El día de la Tierra


Paco Muguiro Ibarra S.J

Creo que nuestros antepasados eran un poco más inteligentes que nosotros cuando llamaban a la tierra Mama Pakcha, cuando consideraban, y sobre todo vivían que la tierra era su gran mamá. Para nosotros en cambio la tierra es una cosa, un objeto sobre el que nos paramos, construimos nuestras casas, sembramos nuestros alimentos, extraemos  los minerales necesarios, pero es algo exterior a nosotros, que usamos y  abusamos de ella y la maltratamos, porque nos hemos creído además que es  inagotable. Hoy nos damos cuenta, pero no todos, que no lo es que se nos acaba y es verdad aunque muchos sigan viviendo como si nada pasara. Sin embargo  el crecimiento poblacional ha sido muy grande debido a la tasa de nacimientos y a la esperanza de vida que han crecido enormemente, nacemos muchos más que antes y nos morimos muchos menos. Fíjense en este dato: en el año 1750 éramos  791 millones  y cien años después, en el 1850 pasamos a ser 1,262. Solo crecimos en 471 millones. Pero en los cien años que van del 1900, en donde éramos 1.650 millones  al 2000 donde hemos sido  6.070 millones, hemos crecido la friolera de 4.420 millones, justo diez veces más, y en los últimos 11 años hemos crecido 930 millones como quien dice mil millones en 11 años. Desde el   30 de Octubre del 2011 somos 7.000 millones. Y se dice que para el 2050 seremos 9.000 millones, controlándonos por supuesto.

Teniendo estos datos, no solo es para no maltratarla  sino para cuidarla e incluso mimarla en todos los sentidos. Sobre explotamos sus recursos naturales muchas veces sin darles tiempo a su recuperación natural, como nos está pasando con la anchoveta a nivel nacional y la pesca a nivel mundial:; nos pasa también con la madera de nuestra Amazonía y de nuestros bosques. Se dice que desforestamos 150.000 Has al año solamente en el Perú; con el humo de los  carros y las fábricas acabamos con el oxigeno y creamos una capa alrededor de la tierra que no deja salir el calor producido por el sol y se da el calentamiento global. Total que le sacamos el ancho por cualquier lado que se la mire. Por eso creo que nos sentimos extraños a ella y no como formando parte de ella.
Creo que tendríamos que volver a sentirla como nuestra Pakcha Mama para quererla como una verdadera madre,  más que como una casa en donde vivimos. Tendríamos que sentirla  y cuidarla, como haríamos con nuestra propia madre.  No se trata de explotarla para agotarla, sino de cuidarla para que siga produciendo lo necesario para una vida sana, sin avaricias ni codicias que nos llevan a su destrucción. Ahora se dice que tenemos que conseguir el Buen Vivir que no es vivir con muchas cosas, sino vivir en armonía con nosotros mismos, con los demás y con la naturaleza.

Agradecemos a Paco Muguiro Ibarra S.J. por compartir sus reflexiones con nuestros lectores.

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