La dinastía corrupta de Fujimori

Claudia Cisneros

Keiko es Fujimori no solo de apellido sino de ideología. Quienes creen que es distinta a su padre no solo se engañan sino que están a poco de ser atravesados por un verduguillo llamado fujimorismo. Porque el fujimorismo de Keiko es el de Alberto: cínico, mentiroso, dispuesto a todo por poder, corrupto y delincuencial.

Más de 207 fujimoristas están sentenciados por corrupción y violación de los derechos humanos. Aquí la lista del Instituto Promoviendo el Desarrollo (IPRODES): https://goo.gl/Qx7p6x.

Esos son los cómplices de Alberto y su hija primera dama. Pero ella tiene los propios. Su congresista cabeza de lista, la siempre mediática Cecilia Chacón (http://goo.gl/ur71BF) aún se encuentra en condición de procesada por enriquecimiento ilícito y presunto desbalance patrimonial. Chacón miente descarnadamente cuando dice que ha sido absuelta (http://goo.gl/n7bwfE).

La historia verdadera es que la Chacón fue condenada como “cómplice del delito de enriquecimiento ilícito en agravio del Estado” por la Corte Superior de Justicia en octubre del 2012. Ella interpuso recurso de nulidad alegando que por su estatus de congresista el proceso debió verlo el Fiscal de la Nación y no un fiscal especializado en delitos de corrupción. Pese a que los delitos imputados son anteriores a su elección, increíblemente la Sala Penal de la Corte Suprema aceptó su argumento y anuló el juicio. Jamás se pronunció sobre el fondo del delito. La sentencia previa quedó anulada no porque se le encontrara inocente de los cargos, sino por supuestos errores en el proceso judicial. No ha sido absuelta, como ella salió a decir en prensa. Solo se absuelve a quien se ha demostrado tras proceso que es inocente. Y no es su caso. Ella sigue en calidad de investigada por enriquecerse ilegalmente, tener más dinero del declarado o del que puede justificar. Y es la número 1 del fujimorismo de Keiko.

La propia Keiko hizo lo mismo en el caso de sus estudios en el extranjero. A Keiko y a sus hermanos les abrieron investigación como cómplices de enriquecimiento ilícito de su padre en julio del 2010. Pero como la justicia peruana se tuvo que ceñir al legajo de extradición de Alberto Fujimori, no se pudo juzgar acá ese delito. El caso fue archivado. No por absolución o porque fueran inocentes, como dijo Keiko en la prensa (igual que Chacón). De hecho, la Fiscalía encontró claros indicios de desbalance patrimonial de Keiko (https://goo.gl/7592yY). “La Fiscalía de la Nación detectó claros indicios contra la investigada Keiko Sofía Fujimori Higuchi, como presunta autora del delito de receptación” (recibir o esconder un bien de procedencia ilegal), pero como el delito tiene pena de 1 a 3 años, se decidió no proceder por prescripción. Jamás la absolvieron como si fuera inocente.

Su propio esposo, Mark Vilanella, fue arrestado en el 2000 en EEUU por evadir impuestos (http://goo.gl/zWOBgD) por casi un cuarto de millón de dólares. Recibió una condena de 3 años de libertad vigilada, multa y prohibición de salir del país. Registraba como gastos de subcontratistas lo que debió pagar en impuestos. Ese es su más cercano compañero y aliado (https://goo.gl/9ND636).

Tampoco sorprende que su lista congresal tenga a sentenciados y procesados por delitos contra el Estado, falsedad ideológica, peculado, falsificación de documentos, y abuso de autoridad, además de denunciados e investigados por cobros indebidos y minería ilegal (http://goo.gl/yctnRw).

Menos sorprende que por votos Keiko se haya asociado a un delincuente probado como Augusto Ramos Dolmos, quien purgó pena en Lurigancho por extorsionador y quien está sindicado como cabecilla de las mafias de construcción civil que asesinan a balazos (http://goo.gl/Fb4GsQ). Para rematar las juntas delincuenciales de Keiko Fujimori, acaba de firmar un compromiso con mineros ilegales y pretende derogar los decretos 1100 y 1105 (https://goo.gl/0V7eQa). ¿Qué significa eso? Destruir nuestra Amazonía, legalizar delitos de contaminación, esclavitud y trata de personas (http://goo.gl/5MpukX).

Para los que ilusamente creen que Keiko no es Alberto, prepárense, porque Keiko ES Fujimori, Fujimori es corrupción, delincuencia y prepotencia.
Como dice César Hildebrandt, esos serán los tiempos que se nos vienen si sale elegida la Fujimori. Fíjense, por denunciar al secretario general del partido fujimorista, Joaquín Ramírez (http://goo.gl/YczYyk), a Hildebrandt le cerraron la impresión de su revista. La dinastía corrupta de Fujimori se cierne sobre el Perú.

http://larepublica.pe/impresa/opinion/765806-la-dinastia-corrupta-de-fujimori

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