Congreso post-referéndum

Claudia Cisneros

Habría que preguntarse cuál será el derrotero del fujimorismo y el aprismo post-referéndum con sus principales líderes presos preventivamente o con condenas en proceso. El referéndum es una victoria política. Desde el momento en que el Congreso obstruccionista se vio obligado a aprobarlo, el juego político de Martín Vizcarra cambió el escenario a favor de la gobernabilidad. Ha sido el punto de quiebre de Vizcarra y para el Perú actual.

Pero esa victoria de Vizcarra es también de la ciudadanía. Vizcarra asentó su decisión de enfrentar –y no someterse– a las fuerzas prontuariadas del fujiaprismo en el apoyo ciudadano que se medía en calles y encuestas. Sin ese apoyo Vizcarra no tenía nada, no tenía partido, no tenía casi bancada. Es importante que le reconozcamos al poder ciudadano la dimensión y peso que tiene y ha tenido en estos acontecimientos, incluso desde la derrota del fujimorismo en las urnas.

En tiempos en que los políticos desprecian a los ciudadanos y desatienden la función de representación de quienes le dieron ese poder; en tiempos en que justo por eso la ciudadanía no se siente representada; y en tiempos en que esos mismos políticos se entregan a causas delictivas y a agendas partidarias y particulares como si la búsqueda del bien común fuera una reverenda cojudez, es importante recordar y resaltar que hay una ciudadanía que no ha dejado de estar alerta, vigilante y exigente, en calles y redes. En esta pequeña pero significativa victoria política del referéndum ha sido el poder de la ciudadanía el que sustentó a Vizcarra para hacer lo que tenía que hacer sobreponiéndose a sus devaneos iniciales. La otra masa crítica ha sido la de un puñado de buenas y buenos fiscales y jueces, periodistas y congresistas. Masa crítica de peruanos que está haciendo posible esta oportunidad de salir de la crisis y avanzar la agenda nacional.

Este 9 de diciembre, como sabemos, el voto en el referéndum es Sí-Sí-Sí-No para terminar de completar esta pequeña pero significativa victoria. Es una pena que tengamos que desechar por ahora tener dos cámaras solo porque el fujiaprismo introdujo trampas en esa pregunta y es una lástima que tengamos que sacrificar a algunos buenos congresistas por deshacernos de los nefastos y prontuariados.

Tras el 9 de diciembre, los resultados del referéndum muy probablemente terminen de cerrar el círculo de esta victoria política y ciudadana. Por eso es necesario preguntarnos, ¿cuál será la agenda de los congresistas fujiapristas post-referéndum y hacia el 2021? Derrotados política y judicialmente, desprestigiados ante la ciudadanía, con un pie en la calle ellos y sus principales líderes en la cárcel o inminente prisión. Cuál será su derrotero en los siguientes tres años en el Congreso, estando contra las cuerdas y debilitados, sí, pero también con desbordante sangre en los ojos y no mucho más que perder.

https://larepublica.pe/politica/1368043-congreso-post-referendum

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