Reconstrucción, corrupción, prevención

Carlos Monge

El presidente Vizcarra fue criticado por irse de viaje cuando el país sufre nuevamente lluvias en el norte y en el centro. Pero en el Perú vivimos de crisis en crisis y con ese argumento un Presidente jamás podría ausentarse del país. Mi crítica va más bien por lo voluminoso de la delegación que lo acompañó. 45 personas, incluidas 7 congresistas de las bancadas de APP, Cambio 21, Liberal, PPK y Fuerza Popular. ¿Para qué tanta gente? ¿Que justifica ese gasto?

Más importante es preguntarse si la reconstrucción avanza, si trae cambios, si la hacemos ya en modo prevención.

El Plan Integral de la Reconstrucción con Cambios 2017 – 2021 contempla invertir más de 25,000 millones de soles. Para fines del 2018 solo una quinta parte había sido transferida a los ministerios y gobiernos regionales y locales encargados de las obras, y apenas el 5% de estas estaban terminadas y entregadas.

La Autoridad para la Reconstrucción con Cambios (ARR) explica que las reformas normativas aprobadas bajo la Presidencia de Vizcarra (no más estudios de pre inversión, ahora basta con expedientes técnicos) permitirán acelerar las obras y recuperar el tiempo perdido. Ojalá. Se beneficiará la población de los territorios afectados y se beneficiará la economía nacional que bien necesita de esa inversión pública.

Pero, cabe preguntarse.

La primera, ¿cómo hacemos para que esta flexibilización de las normas pensada para agilizar las inversiones, no genere mayor corrupción? ¿Puede hacer la Contraloría control concurrente a la manera como gastan estos recursos los ministerios y los gobiernos distritales, provinciales y regionales involucrados? ¿Funcionan los esquemas de vigilancia ciudadana que diversas instituciones impulsan?

La segunda, ¿cómo hacemos para que esta reconstrucción se haga con sentido de prevención? ¿Cómo hacemos para re-pensar –desde la perspectiva de la zonificación y del ordenamiento territorial- qué tipo de ocupación del espacio promovemos, qué tipo de infraestructura construimos, y en donde?

Porque, hay que repetirlo una y otra vez, no hay desastres naturales. Hay fenómenos naturales (existentes desde siempre, agravados por el calentamiento global, estudiados, previsibles) que se convierte en desastres sociales por la acción humana. Como ha dicho Ernesto Raez, “No es que el huaico pasa por la ciudad, es que la ciudad se metió en el camino del huaico”.

Eficiencia y honestidad en una intervención compleja que articula tres niveles de gobierno en 13 regiones del país, e inversión pública con sentido de prevención desde el ordenamiento del territorio, son dos enormes retos que este gobierno enfrenta. Lo enfrentará también –sin duda alguna- una izquierda en el gobierno. Tenemos que prepararnos para hacerlo mejor.

http://diariouno.pe/columna/reconstruccion-corrupcion-prevencion/

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