Nuevo mapa político del Perú

Nelson Manrique

El mapa político del Perú vuelve a sufrir una alteración sísmica. Es alentadora la desaparición de la extrema derecha autoritaria. El último lugar obtenido por Solidaridad Nacional y Contigo nos libra de Rosa Bartra, Mauricio Mulder y Yeni Vilcatoma en nuestras pantallas, así como de la presencia de Sheput, Violeta y Heresi.

El suicidio de Alan García abrió por un corto periodo la posibilidad de una reorientación del Apra, que se frustró con la captura de la dirección partidaria por Mulder. Este, con la ayuda de Mercedes Cabanillas, impuso como Secretario General del partido a Elías Rodríguez Zavaleta, que fue miembro de la bancada aprista del congreso disuelto. Sus compañeros decidieron mantenerlo escondido por sus antecedentes: Rodríguez Zavaleta fue acusado de relaciones con el narcotráfico en el año 2008 y expulsado del partido por la bancada aprista, de la cual formaba parte, por unanimidad. Mercedes Cabanillas, que ahora es su aliada, jugó un papel protagónico en su expulsión. (https://larepublica.pe/politica/1402736-parlamentario-desconocido/). Mulder tiene el dudoso honor de ser el sepulturero del proyecto político fundado por Haya de la Torre.

El sorprendente respaldo obtenido por Unión por el Perú, la organización que propicia la candidatura presidencial de Antauro Humala, y la de Podemos Perú, cuyo candidato más prominente es Daniel Urresti, apuntan en la dirección de un autoritarismo “de izquierda”, que ve como solución a nuestros problemas sacar al ejército a las calles, restablecer la pena de muerte y expulsar a los extranjeros.

El éxito del FREPAP, la organización política creada por el mesías de Occidente, Ezequiel Ataucusi Gamonal, líder de los Israelitas del Nuevo Pacto Universal, obliga a revisar cuánto conocemos realmente del Perú. Detrás de él hay un silencioso trabajo de organización y de actualización ideológico partidaria. No hay en el ideario del FREPAP ninguna alusión al gobierno teocrático que Ataucusi tenía como objetivo, y han sido muy cuidadosos en evitar cualquier mención religiosa que los pudiera aislar de su potencial base social. Ha jugado a su favor la imagen de honradez asociada a su condición religiosa, así como el deseo de bastante gente de ensayar nuevas alternativas, dado el desencanto general con relación a los políticos.

Decía Spinoza que la Naturaleza tiene horror al vacío; lo mismo puede aplicarse a la política. Cuando redacto esta crónica Juntos por el Perú, el frente cuyo rostro más conocido es Verónika Mendoza, está peleando agónicamente por superar la valla electoral. Los cerca de 3 millones de votos que la candidatura presidencial de Mendoza recibió en las elecciones del 2016 debieron mucho al respaldo que cosechó en el sur andino. Es precisamente en este espacio donde ahora ha crecido Unión por el Perú, que debe considerar este alentador resultado como la plataforma para la candidatura presidencial de Antauro Humala.

La iniciativa de una alianza con un candidato sentenciado por corrupción, que, en temas como el enfoque de género, el matrimonio igualitario y la diversidad sexual se sitúa en las antípodas de lo que Nuevo Perú, la organización de Mendoza, plantea, provocó primero la salida de un grupo de militantes valiosos, entre las cuales destacan Tania Pariona, Indira Huilca y Marisa Glave, y luego el estigma de oportunismo que ha perseguido a la organización.

Le ha ido mejor al Frente Amplio manteniendo en la sombra a su líder, Marco Arana, que al Partido Morado y a Juntos por el Perú, confiando en la capacidad de endose de sus líderes.

https://larepublica.pe/politica/2020/01/28/elecciones-2020-nuevo-mapa-politico-del-peru-nelson-manrique/

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*