Perú: Este domingo 26 de enero

Carlos Monge

Este domingo 26 de enero toca elegir a quienes integrarán el Congreso de la República que cumpla el periodo del que fue disuelto en Septiembre del 2019.

No está en juego la Presidencia de la República y este Congreso estará en funciones apenas un año y medio, pero sus responsabilidades serán muy grandes. Debe revisar y declarar la validez o invalidez los Decretos de Urgencia dados por el Poder Ejecutivo en estos meses sin parlamento, y fiscalizar la acción del gobierno de Vizcarra en los meses por delante.

Pero, además, puede relanzar las reformas judiciales y políticas que la mayoría fujiaprista del Congreso anterior deformó o rechazó, terminar con el blindaje a personajes corruptos, renovar el Tribunal Constitucional, y abril el debate sobre el modelo económico.

Es decir, de lo que haga o deje de hacer dependerá la calidad de los procesos electorales y de las instituciones en el año del Bicentenario, pero también de si podemos tener una economía políticamente más democrática, socialmente más inclusiva y ambientalmente más sostenible.

A una semana de la elección, se anuncia un ausentismo alto y una gran parte de la ciudadanía no decide aun su voto. Lo hará en esta última semana e incluso lo hará a la última hora, en la cola del centro de votación.

Eso es peligroso, pues ese no será un voto bien informado. Parece que la energía política ciudadana se agotó en la protesta contra el Congreso anterior y que el descredito de la mayoría congresal ha alimentado el descredito de la política en general. Así, el “que se vaya todos” no tiene correlato en un “que vengan estos y estas”. Gracias a Keiko y Alan, nuestra democracia es más débil que antes.

Lo fundamental en esta elección es no volver a dar control del congreso a partidos mafiosos como Fuerza Popular, el APRA y Solidaridad Nacional.

Desde la perspectiva dela lucha por profundizar la reforma judicial y política, limpiar las instituciones y sostener la lucha contra la corrupción, conozco buenas candidaturas en Juntos por el Perú, el Frente Amplio y el Partido Morado. Si se trata, además, de cambiar el modelo económico neoliberal, entonces mis opciones están en Juntos por el Perú y el Frente Amplio.

Y si se trata de que esta elección perfile a quien mejor puede contribuir a construir un proyecto político de izquierda que siendo socialista, ecologista e indigenista, sea más institucional que caudillista y se abra también hacia las clases medias, la pequeña y mediana empresa y la ciudadanía liberal, entonces me quedo con Juntos con el Perú.

No votaré en estas elecciones pues estaré fuera por razones de trabajo. Pero me queda clarísimo que hay que informarse, ir a votar, y votar bien. De nada sirve librarnos de algo malo si no lo reemplazamos por algo mejor.

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