Perú: LAS TRES P DE BASADRE

Natalia Sobrevilla

El pasado viernes 22 reabrió sus puertas la Feria Internacional del Libro de Lima a los eventos presenciales y qué mejor momento para el reencuentro entre los libros y los lectores.

En estos más de dos años de pandemia, los libros nos han servido de lugar de encuentro y la virtualidad nos ha permitido cierto tiempo para leer, pensar y, en algunos casos, incluso escribir. Pero a quienes nos gusta comunicar lo que hacemos en distintos formatos y, sobre todo, a los que nos gusta hablar además de escribir, tener la posibilidad de vernos con quienes nos leen y reflexionar juntos es algo que nos hacía mucha falta: por más que el Zoom nos acercara a través de una pantalla, hay algo en poder dar un abrazo que reconforta particularmente.

A mí me tocó reencontrarme no solo con los lectores, sino también con el que considero que es un texto fundamental para entender el país: Perú, Problema y Posibilidad de Jorge Basadre, que Penguin Random House acaba de reeditar. Hace unos meses me invitaron a hacer un prólogo para acompañar el estudio introductorio que hizo mi tío, David Sobrevilla, en la edición comentada que publicó Biblioteca Ayacucho en 1992.

La primera pregunta que me suscita aproximarme a un texto aparecido en 1931 es ¿por qué importa leer un libro publicado hace más de noventa años? ¿Qué nos da Basadre en este trabajo que nos pueda servir para entender el Perú de hoy? La respuesta me parece tanto sencilla como importante: este libro no importa principalmente por los hechos que presenta, sino, más bien, por la manera en que nos invita a pensar el Perú, no como si fuera un edificio terminado, sino como algo que está constantemente en construcción y en cuyo proceso cada uno de los peruanos tenemos el deber de contribuir.

Basadre lo publicó el mismo año de la revolución de Sánchez Cerro, después de haber sido uno de los miembros más jóvenes tanto de la generación de la Reforma Universitaria, como de la generación del Centenario. Ya había trabajado en la reorganización de la Biblioteca Nacional y la de San Marcos, había publicado sus libros La Iniciación de la República y La Multitud, la ciudad y el campo, ambos aparecidos en 1929. A sus 28 años ya había estado preso en El Frontón, había pasado su infancia en la Tacna ocupada por los chilenos y se preparaba para comenzar un viaje de estudios a los Estados Unidos.

Como dijo Guillermo Nugent, con quien compartí la mesa el viernes por la noche, se trata de un libro cálido y emocionante que muestra la constante tensión entre el Estado y la sociedad en el Perú, donde, según el comentarista, el problema es el Estado y la posibilidad está en la sociedad. Nugent nos recordó, además, las importantes coyunturas en que salieron las primeras dos ediciones, tanto la de 1931, como la edición facsimilar de 1978 con “algunas reconsideraciones cuarenta y siete años después”, donde Basadre reafirmaba sus ideas cercanas al socialismo como respuesta a las críticas que se le habían hecho por no querer volver a publicarlo, según sus detractores, por haberse convertido en un hombre conservador.

El estudio introductorio de David Sobrevilla muestra con mucha claridad que este no fue el caso y que la cercanía de Basadre con el socialismo era importante, a pesar de marcar distancia tanto con Mariátegui como con Haya de la Torre, aunque era mucho más cercano al primero que al segundo. Este estudio sirve para poner en contexto el trabajo de Basadre, tanto con referencia a los hechos que estaban sucediendo en el Perú y en el mundo, así como con sus otros trabajos, y además está acompañado de una cronología, así como de detalladas bibliografías tanto del “historiador de la República” —que es como se conoce a Basadre—, así como de lo escrito sobre él.

Una de las cosas que resalté en la presentación es la interesante coincidencia de que Perú, Problema y Posibilidad apareció en tres coyunturas constitucionalistas peruanas del siglo XX. Primero, en 1933 con la revolución de Sánchez Cerro, que llevó al desmoronamiento de la constitución impuesta por Leguía en 1920. Luego apareció en la coyuntura de la Asamblea Constituyente de 1978, y no debe ser una casualidad que, finalmente, Basadre accediera a publicar el texto que tantas veces le habían pedido presentar, y que no quería cambiar, a pesar de que ahora sentía que podía presentar muchas de sus ideas con más firmeza luego de casi una vida entera dedicada a la investigación. Aquella vez se negó a revisar el texto mismo, que salió como facsimilar, y más bien añadió las reconsideraciones.

El libro volvió a aparecer en 1992, sin ninguna conexión con el autogolpe de Alberto Fujimori, pues había sido planeado desde hacía mucho tiempo por la Biblioteca Ayacucho, editada por el gobierno venezolano desde 1974, en honor a la Batalla. Hoy sale una vez más a la luz en un contexto de alta vulnerabilidad política, con un Estado muy inestable y cuando, una vez más, se habla de las posibilidades de un cambio constitucional.

Me quedo, finalmente, con estas palabras de Pablo Macera, publicadas en la revista Caretas a propósito de la muerte de Basadre en 1980, como llamado a volver a leer este texto, o a leerlo por primera vez: “Nuestro deber no es por consiguiente, ‘interpretar’ a Basadre, sino dejar que el propio Basadre llegue a todos los niveles de la población peruana, para que las gentes nuestras, tan aplastadas por crisis, frustraciones y miserias, reciban una lección de fe”.

https://jugodecaigua.pe/las-tres-p-de-basadre/

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