Sendas perdidas en la selva

César Lévano

El gobierno de Alan García ha ordenado una ofensiva armada contra los indígenas amazónicos, que defienden la Amazonía frente a la agresión de las transnacionales del petróleo, de la minería y de la tala de bosques.

El empeño antiamazónico fue anunciado por García en la serie “El síndrome del perro del hortelano”. Allí, las comunidades andinas y las de la selva resultaban condenadas sin apelación por un tremendo juez carente de sentido nacional y social.

Luego vino la retahíla de decretos legislativos, que traducían en hechos las amenazas de aquella serie. Para pintar mejor el crimen, esos decretos nacían bajo el amparo del TLC con Estados Unidos.

Hay que reconocer a los nativos el haber reaccionado temprano contra la amenaza que, al pesar contra la Amazonía, pesa contra el bien común de los peruanos de hoy y de mañana.

Ellos saben, mejor que nadie, más directamente que los académicos y los politicastros, lo que significa el sistema de la Amazonía. Ellos conocen cómo la explotación irracional del petróleo y del gas, la tala masiva, la química del narcotráfico, dañan ríos, aniquilan pesca, arruinan el hábitat.

Los amazónicos han demostrado un ánimo pacífico y una santa paciencia. Con sus reclamos tranquilos lograron, el año pasado, la derogación de los decretos legislativos 1015 y 1073.

Su justa movilización, masiva, unitaria, enérgica, logró que una Comisión Multipartidaria del Congreso recomendara la derogación de otros decretos legislativos por inconstitucionales.

El informe de esa Comisión durmió durante meses, hasta que la reanudación de la huelga amazónica les sacudió el polvo.

Lejos de dialogar para resolver, el régimen de Alan García y Yehude Simon ha decidido que el Congreso retarde trámites: el dictamen ha pasado a la Comisión de Constitución.

El Apra y sus socios derechistas intentan recurrir a la táctica que Jorge del Castillo patentó: ofrecer para no cumplir.

Pero la mecedora congresal tiene ahora un suplemento peligroso: el estado de emergencia en casi toda la Amazonía y los aprestos bélicos de las fuerzas del orden.

Ayer, un grupo selecto de intelectuales ha dado a conocer una Declaración en la que expresan su solidaridad con los pueblos amazónicos y rechazan la declaración del estado de emergencia en la Amazonía.

El 5 de mayo expresé en esta columna mi temor de que el gobierno estuviera lucubrando el empleo de la fuerza contra los nativos de la selva.

Escribí: “Es probable que en Palacio estén pensando en dar rienda suelta a sus impulsos fascistas”.

“Hay que advertirles, entonces, que están jugando con fuego”.

Ahora hay denuncias que hablan de un nativo muerto y dos desaparecidos.

Las 1,350 comunidades en lucha no se van a calmar a balazos. Los caminos de la paz se están perdiendo debido a la soberbia de García.

FUENTE:
http://www.diariolaprimeraperu.com/online/columna-del-director_11.doc

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