Cuando el calor aprieta

Nelson Manrique Gálvez

Marco Turbio no está solo. Cuando Mauricio Mulder acusa a Susana Villarán de “indicios de corrupción” o de “incapaz”, Marco Turbio perdió el monopolio del cinismo.

Que un aprista hable de “indicios de corrupción” luego de los petroaudios, BTR y el chuponeo telefónico, las visitas del tío George a Fortunato Canaán en el Country Club, la manipulación y desaparición de discos duros y memorias USB del proceso, el robo de 20 toneladas de documentos de los archivos del ministerio de salud apenas Hernán Garrido Lecca dejó la cartera, los negociados de los “colegios emblemáticos” y un largo etcétera, para no hablar de Alan García amparándose en la prescripción para no responder ante el Poder Judicial por los delitos de los que fue acusado luego de su primer gobierno, estamos ante un cinismo de alto vuelo. Como lo es que Alan García declare la “incapacidad” como causal de revocatoria luego de destruir el país entre 1985 y 1990 sin que nadie pretendiera destituirlo. A quienes quieran recordar esos tiempos gloriosos les recomiendo el maravilloso documental de Heddy Honigmann “Metal y melancolía” (1994), sobre los taxistas limeños, luego de la destrucción de la clase media por el competente García (http://bit.ly/X3QtmA).

La abstención del fujimorismo es comprensible porque embarcarse en la intentona de revocatoria no contribuye al logro de su objetivo histórico: la liberación de Alberto Fujimori. Al contrario, podría dificultarla, porque el nacionalismo apoya a Villarán y aún sigue abierta la posibilidad de negociar el voto de los parlamentarios fujimoristas a una eventual candidatura de Nadine Heredia. Claro, ella afirmó categóricamente que no se prestaría a violentar  las leyes, pero entusiastas sobran; voceros nacionalistas se apresuraron a relativizar sus contundentes declaraciones, apenas un día después.

La encuesta de GfK, publicada el domingo 27 por La República, constituye un revés para Villarán, que retrocede 7% en un mes, y un triunfo para sus opositores, que suben 5%. Hay hechos coyunturales que pueden explicarlo, como el impacto positivo de la recuperación de La Parada y el negativo de la salida del río Rímac de su cauce. Razones más de fondo apuntan al perfil social del partidario de la revocatoria. Éste pertenece al nivel socioeconómico bajo: NSE D (77%) y E (67%), tiene entre 18 y 39 años y considera mala la gestión de Villarán (79%). Cree que ella no tiene un plan de trabajo claro para Lima (55%), no combate la delincuencia (50%) y tiene una mala comunicación con los ciudadanos (54%), razones atendibles, sobre todo cuando los ciudadanos ignoran que la seguridad es responsabilidad del gobierno central. El revocador cree que priman las acusaciones de ineficiencia contra Villarán por sobre los ataques a su persona (63%) y opina que ella debería estar impedida de inaugurar obras (65%). Es una oposición dura.

Esta opción no responde a consignas partidarias. Los marcoturbios compran respaldo con regalos. El votante por la revocatoria encaja más con la base social del fujimorismo, pero éste ha decidido abstenerse y no parece que la aversión a Villarán responda tampoco a su consigna. El Apra anda bastante magullado luego de los dos recientes desastres electorales a los que Alan García lo llevó y éste busca oportunistamente montar a su partido sobre una ola que parece augurar una victoria fácil (sería interesante ver el efecto de un tercer desastre), todo en función de su candidatura para el 2016. Reafirmo mi opinión de que Alan García no milita en el Apra sino el Apra milita en Alan García.

Llama la atención que Susana Villarán tenga su mayor respaldo en los sectores A y B, un importante apoyo de la Confiep, PPK, Alejandro Toledo y Perú Posible, Susana de la Puente, Raúl Diez Canseco, Acción Popular, Lourdes Flores y el PPC, mientras que tenga su gran déficit en D y E, donde debería concentrarse. Esto es una paradoja sólo cuando se califica a Fuerza Social como de izquierda. Mi impresión es que algunos de sus estrategas están hoy más preocupados por posicionarse en el centro derecha (el espacio que ocupa Toledo). Pero si Susana Villarán es revocada será muy poco lo que les quede por posicionar, sea en el espacio que sea.

http://www.larepublica.pe/columnistas/en-construccion/cuando-el-calor-aprieta-29-01-2013

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