Agricultura en cero
Pedro Francke
Uno de los grandes vacíos del mensaje presidencial y de las medidas económicas anunciadas por el ministro Castilla es la agricultura. Humala habló menos de un minuto sobre el tema y no dijo casi nada, salvo resaltar nuevamente las grandes inversiones mediante las cuales el Estado subsidia los negocios privados, como en Olmos donde el grupo Gloria se ha apropiado de cientos de hectáreas con agua cuyo desarrollo ha sido financiado con el dinero de nuestros impuestos.
Aunque poco resaltado en los medios, la agricultura es otro sector en el cual el crecimiento económico este año viene siendo casi cero. Parece contradictorio, cuando los medios de comunicación resaltan como nuestras agroexportaciones siguen creciendo y las ventas de uvas peruanas en el exterior despegan. Pero es verdad. Lo que pasa es que al mismo tiempo, los cafetaleros están en crisis por la roya y los cientos de miles de campesinos orientados al mercado interno siguen sin apoyo y en la pobreza extrema.
Lo que pasa es que mientras a los grandes exportadores se les favorece con exoneraciones tributarias –pagan la mitad de Impuesto a la Renta y de contribuciones a EsSalud que cualquier pequeño empresario- y con agua y tierras subsidiadas, los pequeños agricultores y campesinos no reciben ningún apoyo.
Lo que está claro es que al mismo tiempo que se pone énfasis en buscar resolver las necesidades de transporte y energía a los grandes proyectos mineros y de agroexportación costeña, todavía los caminos rurales y la electricidad no llegan a muchas localidades de la sierra y selva.
Lo que sucede es que el plan de diversificación productiva deja de lado al mercado interno, que es adonde dirigen su producción la mayor parte de campesinos y agricultores. Papas, camotes, verduras, frutas, productos andinos y amazónicos que vienen podrían ser promovidos para el consumo popular en Lima y otras grandes ciudades de la costa, mediante los programas alimentarios del Estado e iniciativas gastronómicas como Mistura, no son consideradas dentro del plan de diversificación productiva, que solo se orienta a las exportaciones.
La realidad es otra, todavía la investigación de nuestra biodiversidad y la promoción de innovaciones sobre esa base no son apoyadas.
Crecimiento agropecuario cero, respuesta de política del gobierno cero. Un empate nada productivo.
