El ente del año

César Hildebrandt
 
La noticia más relevante del 2015 en el Perú tiene que ver con los cambalaches transgénicos: es la fusión Apra-PPC, una alianza estratégica de sobrevivientes que aspiran a no ser barridos por el viento maldito de la extinción. Algo de sus protagonistas me hace recordar a los Buendia aquejados por una cola de cerdo y condenados al torbellino de un dinástico apocalipsis.
 
Del Apra ya no quedaba nada después de que el doctor García la convirtiera en su casa hacienda. Y del PPC restaba un pucho todavía humeante que Raúl Castro había dejado en algún cenicero del Jockey Club, qué crees. De modo que el aconchabamiento que comentábamos en una ceremonia de sobras, un abrazo geriátrico, un velorio disfrazado de bautizo.
 
Pocas veces la política peruana se ha sincerado tanto como en los últimos días. El señor García, al que la señora Lourdes acusó congresal y documentadamente de ladrón en los 90, se ha casado con la señora Lourdes, a quien el señor García consideró, siempre y con desprecio, la candidata de las ricos» (a la que le birló una elección en mesa), De ese coito convivencial y de pradista aroma debe salir China Tudela con múltiples furores.
 
Es el fiel retrato de nuestra partidocracia decadente: partidos sin principios, vaciados de todo contenido programático, ofrecen sus servicios al pragmatismo electoral.
 
El asunto es durar (según los cánones del Jurado Nacional de Elecciones), seguir fabricando congresistas, permanecer en el escenario haciendo papeles cada vez más reducidos. Durar no es perdurar. Aliarse con el adversario denostado «en aras de la gobernabilidad», cuando de lo que se trata es de no ser borrados del registro electoral, es un modo bacteriano de entender la vida, Decir que más vale la generosidad que el rencor es la  letra de un tango burdelero. Hemos vuelto a 1956, cuando Ramiro Prialé tomó las riendas por delegación y unció el coche del Apra al caballo del Club Nacional. Hemos vuelto a 1963, cuando la coalición con Odria hizo del Apra una señora de cascos ligeros.
 
Lo increíble es que quienes coma piten con el Apra y el PPC -Keiko Fujimori, PPK, Acuña- tampoco han constituido partidos programáticos sino maquinarias propagandísticas. Y no estoy seguro de cuáles son las propuestas del Frente Amplio, que pretende no asustar al adversario aceptando sus malas, sus listas negras y su agenda inmovilista.
 
La política despojada de ideas es un triste oficio. Pero la política donde una sola idea -la de conservar el sistema- adquiere varios rostros y se presenta con envases confusos es sencillamente una farsa.
 
¿Qué diferencia, en sustancia, a los candidatos que ocupan los primeras lugares de las encuestas? Nada. Absolutamente nada. En el festival de la CADE se vio esa unanimidad intrínseca impuesta por la derrota del pensamiento crítico a manos del fujimorismo en la década de los 90. Hasta hoy no salimos de esa castración química que ha reducido el temario de la política peruana a banalidades y nos ha hecho creer que, salvo el mercado, todo es ilusión. Como si el Perú necesitara siempre aferrarse o una sola idea. Como si el Perú temiese el debate. la diversidad, las primicia., del pensar distinto. La derrota del pensamiento crítico es el triunfo del conservadurismo inerte, ese que viene de lejos y que ha logrado, con sus televisiones y su hegemonía, aturdirnos. El Perú es quizá el único país de América latina donde ‘el fín de la historia» de Fukuyama parece haberse encarnado. Si. agonizamos en la monotonía: el Estado es malo, lo privado es bueno, el sistema-mundo es sagrado, amén. La Derecha bruta y achorada te manda a sus matones  si dices lo contrario.
 
Desde ese punto de vista, entonces, el matrimonio del año no hace sino consagrar una barraganía ya en ejercicio. En efecto, borrados loa programas y exterminados los principios no había nada que impidiera que la señora Flores y el señor García anunciaran su emparejamiento oficial. Ya eran amantes promiscuos.
 
No hay que ser profeta para prever, sin embargo, la cortedad de este pacto. El dos veces presidente y la tres veces aspirante estarán arrimados hasta saltar la valla. Después, ya se verá qué dicen los poderes fácticos, los mandamases de la CONFIEP, las pantallas y las megáfonos del pensamiento único.
 
PUBLICADO EN LA REVISTA HILDEBRANDT EN SUS TRECE DEL 18-12-2015
 

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