La Sra. Kaos

Claudia Cisneros

La propuesta de Vizcarra de adelantar un año las elecciones era una salida que buscaba conjurar la crisis permanente en la que el fujimorismo y el aprismo mantienen al Perú desde que Keiko perdió las elecciones y, de paso, la razón.

La propuesta pareció en ese momento la mejor salida, pero como fui adelantando, en realidad a Vizcarra le tembló la mano para cerrar constitucionalmente este congreso. Prefirió dejarle el muertito al propio congreso y a la ciudadanía. Algo que quizás pensó que lo dejaba libre de responsabilidad, pero le falló el cálculo; no con la calle, que aplaudió la decisión de que se vayan quienes no los representan, sino con el congreso. Porque dejar en manos de este congreso su propia autodisolución un año antes –con lo que en términos económicos y de palancas de poder significa para los corruptos congresistas ese recorte– ha sido una pésima idea. Darle espacio de maniobra al lumpen –como si fueran estrategas políticos racionales– que no piensa ni políticamente ni en términos de nación, ha sido negligente de parte de Vizcarra. Fue el error de PPK. No hay una lógica política tras las acciones fujimoristas, sino Keiko no habría elegido a la incendiaria Milagros Salazar como vocera o a Arimborgo en Educación. La lógica keikista sigue siendo la de la revancha y la confrontación (con alas a Con Mis Hijos No Te Metas porque hoy es la única base social de apoyo keikista tras su desprestigio en picada estos 3 años). Pero hay algo más por lo que apuesta Keiko y que está de telón de fondo del caos político que no deja de sembrar: Keiko necesita recuperar fuerzas y palancas en el sistema de justicia. Sin el suicida escapista de la justicia que movía hilos en ese poder, ahora Keiko es sola contra el mundo, y si para eso se tiene que echar abajo a Vizcarra, instrumentalizar a la Aráoz (que juega su propio juego) y dinamitar políticamente el país, a Keiko no le importa. Por eso, tras el fracaso de su recurso de casación, su respuesta ha sido el contraataque. Apuesta por generar caos político que pueda aprovechar con sus huestes para recuperar poder en el sistema de justicia y no solo obtener su libertad sino revertir todos los procesos en su contra. No olvidemos que a eso ha estado acostumbrada por décadas. Cree que aún es posible y no es casualidad que se haya reiniciado una ofensiva contra de José Domingo Pérez.

Vizcarra falló monumentalmente con la conversación de Tía María. No porque no sea válido que –por alguna vez- el gobierno defienda a los pobladores ante ciertos abusivos extractivistas, sino porque se expuso y dio municiones a un congreso que está buscando cualquier razón para a) Vacarlo sin que se les recorte a ellos su mandato (eso pasa porque Aráoz quede en la presidencia) b) No aprobar la reforma política c) Sembrar caos para dar muestras de poder y avanzar en la recaptura de espacios en el sistema de justicia que garantice impunidad a Keiko y los suyos.

La población está expectante para salir a tomar las calles con indignación acumulada por tanto despropósito. La aprobación de la reforma política es innegociable y este Congreso debe aprobarla aunque sea lo único bueno que haga. Y si el presidente no reconfigura un nuevo pedido de confianza y el cierre de este congreso ya, él y el país seguirán sumidos en el caos que el keikismo tiene por toda consigna.

https://larepublica.pe/politica/2019/08/18/keiko-la-sra-kaos/

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