¿Son o se hacen?

Pedro Salinas

Pedro Olaechea Álvarez-Calderón es un bufón involuntario. En su mundo paralelo nos quiere hacer creer que la disolución constitucional del presidente Vizcarra es equiparable a un golpe de Estado o a un zarpazo a la democracia. Es curioso que los golpistas de siempre traten de pasar ahora por paladines del Estado de derecho.

Los que recordamos el 5 de abril y las imágenes de los tanques en las calles y los arrestos domiciliarios y los secuestros de periodistas y políticos de oposición y las tomas de medios de comunicación y de las principales instituciones del país no podemos dejar de sonreír con sarcasmo al escuchar a los voceros del fujimorismo. Incluyendo, por cierto, al cardenal Juan Luis Cipriani, quien es otro de los contagiados con el virus de que vivimos bajo la férula de una tiranía. O algo así.

Y luego, sin pausa, Olaechea haciendo el ridículo aquí y allá, ante la prensa internacional. Nadie le cree. Todos le retrucan. Al punto de enmudecerlo, y ya ven, las cosas van volviendo a la normalidad. Tanto que ahora el discurso del presidente de la Comisión Permanente se ha mimetizado con el de Vizcarra.

“Le propongo al presidente (ya no lo llama “dictador”) que salgamos por la Constitución. Renuncie usted, renunciamos todos y llamamos a elecciones inmediatamente (…) No le temamos al pueblo”, dijo en conferencia de prensa rodeado de otros arlequines y arlequinas de color naranja.

Qué cosas. Una semana antes a esta declaración, la bancada de impresentables que usa a Olaechea como mascarón de proa, u hombre de paja, elijan ustedes la metáfora, archivó y echó por la borda el adelanto de elecciones. Y ya no saben qué hacer para llamar la atención e imantar a otros Ciprianis y a otros despistados que sostienen que se “ha quebrantado el orden constitucional”, y repiten como cacatúas el cambiante discurso del fujimorismo.

Como sea. Solo se trata de apenas un pequeño grupo de nostálgicos fujimoristas de caricatura que se mantienen atrapados como moscas en una cinta adhesiva, como consecuencia de los dictados de una lideresa que impone las órdenes más absurdas y suicidas desde el penal de Santa Mónica.

Ya saben. Apréndanlo bien. Esto puede volver a pasar si en enero votamos mal nuevamente. Fujimorismo nunca más.

https://larepublica.pe/politica/2019/10/06/pedro-salinas-son-o-se-hacen/

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