Urge aprobación Ley Marco sobre Amazonía

Roger Rumrrill

El Estado ha sido y sigue siendo un ausente en la historia de la Amazonía peruana. Como si esa ausencia no fuera una suerte de condena para la región que tiene la mayor oferta de agua, energía y biodiversidad vitales en el siglo XXI, ahora recibe el castigo de un gobierno autista. Que sólo se escucha asimismo y sin voluntad para consultar y concertar.
Buscando una salida a este túnel histórico y político, los amazónicos se han congregado en el Parlamento el pasado 30 de enero en un foro titulado “Nuevos desafíos para el desarrollo sostenible de la Amazonía peruana”, convocados por la Comisión de Pueblos Andinos, Amazónicos y Afroperuanos, Ambiente y Ecología del Congreso de la República, que preside el congresista ucayalino Róger Nájar Kokally.

Los participantes en el foro, sino unánimemente pero con seguridad la mayoría, entre ellos presidentes de gobiernos regionales, líderes y dirigentes sociales y gremiales, rectores de universidades, investigadores, intelectuales y empresarios, están convencidos que una Ley Marco de Desarrollo Sostenible de la Amazonía peruana que debe promulgarse en el año 2009 podría empezar a cambiar la historia amazónica.

Una historia que parece arrancada de la ficción. Entre 1821 y 1990 se han promulgado más de 18 mil leyes para el desarrollo de la Amazonía. Una de esas leyes, la 1220 de 1909 dictada por el dictador Leguía, creía que la Amazonía era un espacio vacío. Con todo ese inmenso bosque de leyes que son la expresión más angurrienta de los intereses del centralismo y de los grupos de poder que manejan el Estado, del cortoplacismo, la ignorancia y la inestabilidad jurídica, la Amazonía peruana figura entre los primeros lugares del mapa de la pobreza y donde los únicos indicadores sociales y económicos que crecen son la población, la pobreza, la desnutrición y la erosión de los ecosistemas naturales.

El régimen que ahora gobierna el Perú, sin consultar con la población concernida sus decisiones, ha hecho posible algo increíble: que la Plaza de Armas de Iquitos quede al interior de uno de los lotes otorgados a una multinacional petrolera y la famosa fortaleza de Kuélap, en Amazonas, sea parte de una concesión minera.

La Ley Marco de Desarrollo Sostenible debe cambiar esta especie de fatalidad histórica y política. Para eso, el líder indígena y presidente de Aidesep, Alberto Pizango Chota, convocó en el foro a la unidad del pueblo y a la defensa del estratégico territorio amazónico que el gobierno de Alan García pretende subastar al gran capital como si fuera su patrimonio personal.

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