¿Qué es sistema y qué es antisistema?

Guillermo Giacosa

Lo de sistema y antisistema parece ya definitivamente instalado en la vitrina de las preocupaciones nacionales por voluntad de la más alta autoridad política y por el apoyo mediático de reconocidos periodistas. Digo que se instaló el tema, mas no el debate sobre el mismo. Esta saludable práctica no figura como una actividad demasiado arraigada entre las autoridades ni entre quienes tendrían el derecho de exigirla.

Juraría que son muy pocos los que tienen una idea clara sobre qué se está diciendo cuando se habla de la oposición sistema-antisistema. Yo confieso mi ignorancia y admito no saber cuál es el límite que hay que franquear para pasar la línea que te transforma en un antisistema. Citaré, a manera de ejemplo, algunas de las dudas que me asaltan. Primero: ¿Se están refiriendo, cuando dicen sistema, a esta estructura de muchas y muy variadas libertades y, también, de muchas y muy variadas limitaciones que acaba de producir una crisis más honda que la de 1929? Si a ese sistema se refieren, yo creo que no solo sería una prueba de inteligencia cuestionarlo sino, también, hacer un esfuerzo de lucidez creativa para evitar que renazca tal como estaba en el momento de la pataleta. Es una ley inexorable que aquello que no cambia vuelve a producir lo que ha producido. Y como, además de riqueza (hiperconcentrada), ha producido una debacle económica, financiera, ecológica, moral y social (solo eso, el resto es muy meritorio), sería bueno pensar, siempre dentro de lo que supongo es el sistema, que algunos tornillitos habría que ajustar. Digo solo tornillitos pues, si se tratara de modificar tornillos mayores, creo que podríamos ser acusados de antisistema.

No quiero abusar hablando de la crisis porque podría interpretarse que gusto hacer leña del árbol caído. Y no es así. No seré yo quien malogre la ilusión de muchos que creen que el árbol solo está inclinado y siguen oyendo a los pajaritos cantar en sus ramas como otrora. No deja de ser poético, y lo celebro, pues la fe es capaz de vencer hasta a la propia realidad. Bueno, no siempre. A veces se va todo a la m…..

Otras preguntas: ¿Es antisistema, por ejemplo, no estar convencido de que el mercado resuelve todo y hasta dudar de la “mano invisible”, o querer que haya una mejor distribución de la riqueza, o exigir una escuela y una salud pública de calidad, o leyes que protejan el trabajo y no solo el capital, o creer que la alianza del poder económico con el poder mediático constituye un matrimonio poco saludable para la democracia? ¿O ejercer el derecho a huelga, o pretender que la gente pueda circular tan libremente como los capitales? ¿O afirmar que en el Perú no hay ciudadanos de segunda? En caso de que esos temas no sean antisistema, ¿por qué no se discuten con la seriedad que requieren? Creo que aun dentro de lo que, entiendo, llaman el sistema hay salidas mucho más justas y felices que las que se están experimentando en la actualidad. No posponer ese debate ayudará a integrar al país y ahorrará la valiosa sangre de sus ciudadanos.

http://peru21.pe/impresa/noticia/que-sistema-que-antisistema/2009-06-25/249951

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