El Gran Show de la papisa Gisella

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Guillermo Giacosa

Me soplé una emisión de El gran show en Canal 4. Comprobé que su nombre era exagerado y que mi querida Gisela sigue hablando arrebatadamente. Me impresionó, además, el tono de melodrama religioso con el cual sazona cumbias, movimientos pélvicos y rabietas emocionales de los participantes. Gisela no pierde oportunidad, parece que está invirtiendo en acciones de un country en el paraíso, para mencionarnos que todo es obra del SEÑOR. Si alguien gana o pierde, no es en virtud de sus cualidades, sino de la decisión celestial. Uno se pregunta si el jurado –integrado por personas talentosas y competentes para cumplir la función asignada– ha sido elegido por la producción del programa o ha estado sugerido por algún ángel del Señor.

La escena de Gisela de rodillas persignándose y tocando el suelo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo me pareció, en medio de un show mediático, patética. Casi tan patética como la invocación irracional a que la gente no se divorcie. Hay que aguantar, ser fiel al castigo y a la infelicidad. A arruinarles, incluso, la vida a los hijos para cumplir con aquello de contigo en la “salud y en la enfermedad”, etc. Si en un país donde siete de cada 10 mujeres reciben maltrato físico o moral una líder de opinión como Gisela lanza un mensaje de esa naturaleza es para alarmarse. Es una nueva versión del aguanten que el paraíso es de los pobres. Gisela, el señor, si es que existe, no ama las marionetas. Por eso formó nuestro cerebro con 100,000 millones de neuronas. ¿Será para que pensemos o para que adornemos su exterior peinándonos en Amarige?

http://peru21.pe/impresa/noticia/gran-show-papisa-gisela/2011-10-25/316732

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