Libia no se alivia

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Isaac Bigio

Tras la muerte de Gadafi, se habla de que ya estaría llegando la tranquilidad a Libia, aunque existe la posibilidad que ahora, más bien, se genere un nuevo escenario. Mientras los partidarios del depuesto dictador se reagruparán haciendo guerrillas bajo el comando de alguno de sus hijos y utilizando su figura como un mártir, se agudizarán los choques entre las distintas fracciones victoriosas.

Aún el gobierno de coalición no ha podido hacer un gabinete unitario y hay varias fracciones que son fuertes en Trípoli, Benghazi, Misurata y Zentan que tienen comandantes con intereses o agendas diferentes a los del Consejo Nacional de Transición compuesto por ministros y funcionarios que sirvieron a Gadafi antes de febrero. Varios de éstos combatieron en Afganistán o han estado ligados a fundamentalistas islámicos o a Al Qaeda (algunos de ellos han denunciado que EE.UU. o Reino Unido les entregaron a Gadafi para que él les torturase).

Libia nunca ha conocido una democracia multipartidaria. Pasó del control turco a ser colonia italiana de 1911 a 1943; de allí a estar ocupada y administrada por Reino Unido y Francia hasta que en 1951-69 fue un reino autocrático y desde entonces al 2011 tuvo 42 años de autoritarismo nacionalista.

Los libios suelen resolver sus problemas con medios militares y durante la ocupación italiana y luego en la II Guerra Mundial murió un alto porcentaje de ellos.

El nuevo régimen transitorio carece de credenciales democráticas, antiracistas y anti-machistas. Si uno ve las imágenes de la muerte de Gadafi, verá que a él lo han magullado hasta matarlo rendido (un trato diferente al que establecen las cortes internacionales que demandan a las policías respetar la integridad física de quienes se quiere juzgar).

Según Amnistía Internacional, éste tiene millares de presos en inhumanas condiciones y hay especial cizaña contra los negros. Libia es la palabra con la que antes se designaba a todo el continente africano y una amplia porción de su población y de su mano de obra más desfavorecida la conforman los morenos. Dentro de los soldados del nuevo régimen prooccidental no se ven tanto mujeres como negros. Las personas de color que aparecen en las fotos son en su casi totalidad muertos, esposados, golpeados u obligados a arrodillarse o echarse en el piso.

Mientras la tiranía de Gadafi amenguó las diferencias sociales y entre sexos, a un nivel poco igualable en la región, las potencias árabes que han financiado al nuevo régimen son los emiratos más despóticos y que menos derechos dan a sus mujeres y mayorías (minorías??) (a quienes ni siquiera se les da la ciudadanía).

No se puede descartar que la guerra libia pueda durar mucho (con o sin Gadafi padre) y puede convertirse en un nuevo Afganistán o Iraq, lleno de combates entre distintas fracciones y choques con la OTAN, aunque, debido a la naturaleza del Sahara, ésta puede extenderse por todo dicho desierto (el mayor del mundo), inflamando conflictos desde el oeste con los polisarios al este con los de Sudán y el cuerno africano.

http://diariocorreo.pe/columna/45582/libia-no-se-alivia/

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