Ana jarana – ministra del día siguiente

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Augusto Álvarez Rodrich

Designación desastrosa en el Ministerio de la Mujer.

Si algo positivo tuvo el desastroso debut ministerial de Ana Jara es que, por su fanatismo, ella puede convertirse en un acelerador involuntario para el avance de una agenda de los derechos de la mujer peruana.

La extraña manera de Jara para jurar el cargo de ministra fue una primera clarinada de alerta de que algo no le funcionaba bien, pero poco después se comprobó que es una fanática religiosa que, aprovechando su designación en el gabinete, pretende imponer una agenda retrógrada.

Poco después, la ministra Jara se lanzó contra el Anticonceptivo Oral de Emergencia (AOE) –aduciendo un supuesto efecto abortivo– y el aborto terapéutico, además de explicar su extraña idea de que “somos seres humanos tripartitos porque tenemos un alma, un cuerpo y un espíritu”.

El planteamiento de Jara resulta inaceptable pues perjudica la inclusión social que el gobierno en teoría pretende, debido a que afecta a los más pobres porque la AOE está hoy disponible en cualquier farmacia y a disposición de quienes tienen el dinero para comprarlo pero no para las mujeres de escasos recursos económicos. Por lo mismo, la nueva ministra constituye un freno lamentable para el avance de una agenda a favor de los derechos de la mujer peruana.

La iniciativa de Jara también va en contra de las propuestas electorales de Gana Perú incluidas desde el primer plan y que, a diferencia de las de naturaleza económica, no fueron variadas o eliminadas en los subsecuentes planes que se fueron desarrollando a lo largo de la campaña.

Por último, y no por ello menos importante, la primera dama Nadine Heredia ha dejado sin piso a la ministra Jara al señalar que “el Estado tiene el deber de poner al servicio de las personas los métodos que consideren pertinentes y cada quien debe optar por aquello que le parece beneficioso para la planificación de su familia”.

A pesar de todo, lo bueno de los planteamientos desacertados de Jara es que pueden ayudar a poner de relieve la necesidad de acelerar el avance de una agenda para que la mujer peruana pobre goce de derechos básicos que determinan su futuro.

Lo malo es que la designación de Jara en el Ministerio de la Mujer, luego del paso por esa cartera de Aída García Naranjo, lleva a pensar que el presidente Ollanta Humala es poco cuidadoso con procesos cruciales como el reclutamiento de los ministros, pues la diferencia de enfoque entre ambas es enorme.

Al margen de la necesidad creciente de que la ministra Ana Jara deba ser despedida si –como parece– sigue siendo una piedra en el zapato, el gobierno debe prepararse para avanzar con decisión en lo concerniente a una agenda con políticas públicas a favor de los derechos de la mujer como los sexuales y reproductivos.

http://www.larepublica.pe/columnistas/claro-y-directo/ana-jarana-ministra-del-dia-siguiente-24-12-2011

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