El cuento de la tramitología


Róger Rumrrill

Esa cantinela de la “tramitología” que los poderes fácticos repiten desde hace meses a través de sus medios de prensa, exigiendo que el gobierno agilice o elimine normas, requisitos, reglamentos y trámites burocráticos engorrosos para facilitar las inversiones, realmente es un cuento.

Porque, en primer lugar, la causa y el origen de la desaceleración de la economía no es principalmente la tramitología, sino la caída de los precios de las materias primas que exportamos. Somos un país primario-exportador que vive de vender sus materias primas, devorando la gallina de los huevos de oro de su riqueza natural.

En segundo lugar, es poco creíble, una historia inventada para presionar al gobierno de Humala y lograr los “paquetazos”, por quienes —la Confiep y todos los poderes fácticos— ponen a los ministros de economía y fagocitan, parasitan y controlan el Estado y tienen legiones de lobistas tanto en el Congreso como en la administración pública y los medios de prensa.

Las verdaderas y reales víctimas de la tramitología en el Perú son los pobres. Aquellos que tienen una cita médica en EsSalud y les dicen que su consulta está programada para cinco meses después, para los pequeños empresarios que saben que la aprobación de sus trámites está para las calendas griegas y sobre todo para las comunidades nativas de la Amazonía. A ellos la tramitología los mata.

Edwin Chota y sus tres compañeros de la comunidad nativa de Saweto, en Ucayali, murieron luego de un viacrucis que duró diez años, reclamando la titulación de su comunidad. La muerte de los cuatro líderes indígenas ocurrida el 1 de setiembre de este año, provocó un estallido mediático en el país y en el exterior y los políticos —incluyendo el Jefe del Estado y varios ministros—derramaron lágrimas de cocodrilo por esas muertes.

Pero tres meses después de esa tragedia, Saweto aún no ha sido titulada. Porque —de acuerdo a un estudio e investigación efectuado por la Defensoría del Pueblo— las normas sobre titulación están desactualizadas, son contradictorias, no existen lineamientos precisos ni ejecutores definidos, no hay capacidad técnica ni recursos económicos para la titulación.

Desde Pucallpa a Saweto hay diez días de viaje en bote motor a un costo mínimo de cinco mil soles, la otra posibilidad es alquilar un helicóptero. Pero el Gobierno Regional de Ucayali —botarate y despilfarrador del dinero público en bienes prescindibles—, solo presupuestó en el año 2013, 88 mil soles para titular 15 comunidades nativas. Ese presupuesto solo alcanzaría para titular una comunidad.

Frente a la dura realidad de los pobres, suenan melodramáticas las quejas y lamentos de los empresarios de ser víctimas de la tramitología. Como suena patético su discurso del último CADE de estar enrumbando hacia el primer mundo. Un primer mundo que se desploma como modelo de vida.

Siempre las clases ricas y dominantes en el Perú han llegado tarde a la historia.

http://diariouno.pe/columna/el-cuento-de-la-tramitologia/

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*