Cambio climático: ¡desafío civilizatorio del Perú!

Manuel Dammert Ego Aguirre

El cambio climático modifica las condiciones de vida en el planeta. Los gases de efecto invernadero, atrapados en la atmósfera, elevan la temperatura a nivel global. La humanidad debe reducir las emisiones de carbono, para lograr la continuidad de las diversas formas de vida en el planeta. Trato este tema en el libro “Perú Integral Bicentenario: Civilización, Territorio, Nación y República”, que presento este viernes 21 en el Congreso, y en la Cumbre de los Pueblos ante la Cop-20. Se requiere un cambio a nivel del Desafío Civilizatorio en una nueva ecuación tierra-población-agua-producción, ampliando las capacidades productivas y sociales del desarrollo nacional sostenible.

El plan del MINAM titulado “Plan CC (planificación ante el cambio climático)”, plantea diversos escenarios y muy limitadas acciones de mitigación. Las políticas de mitigación y adaptación son necesarias y deben reenfocarse en función del reto del Desafío Civilizatorio, que debemos lograr resolver en los próximos 30 años.

El Perú no es un emisor significativo de gases de efecto invernadero, pero sí es uno de los tres países más afectados en su territorio por el cambio climático global. Y este debe ser el enfoque. El cambio climático amenaza a nuestros recursos de biodiversidad, al ciclo hídrico, a las condiciones de producción, de vida y de vivienda, acrecienta las desigualdades territoriales y socioeconómicas estructurales. La base para responder al desafío, es nuestra riqueza de recursos de diversidad ecosistema en espacio complementarios.

En los próximos 20 años desaparecerán los nevados andinos debajo de los 5 mil metros sobre el nivel del mar y el clima en los diversos ecosistemas será más extremo. Se requieren nuevas fuentes de reserva de agua, impulso a centrales hidroeléctricas sostenibles y la recuperación masiva de andenes andinos. Subirá de 30 a 60 centímetros el nivel de los mares en la costa y la napa freática será afectada por la inclusión de aguas saladas, por lo que es fundamental que los proyectos de irrigación en la costa no se dediquen a la caña de azúcar para etanol sino a potenciar una despensa agroalimentaria de alcance mundial.

Las mineras en la costa deben usar aguas de mar desalinizadas y no de los ríos, y en general manejar en condiciones estrictas sostenibles los relaves, fundiciones y transportes, respetando los territorios y sus usos sostenibles. Es indispensable provisionar una pesca y acuicultura sostenible. En la amazonía es indispensable una alianza del Estado nacional con las comunidades nativas amazónicas y las sociedades regionales para el manejo sostenible de la biodiversidad, el bosque y las reservas de agua dulce. Es necesario elevar la capacidad productiva promoviendo conglomerados productivos descentralizados y sostenibles, incluyendo a la mediana y pequeña empresa y a la economía rural familiar, pequeña y comunal.

http://diariouno.pe/columna/cambio-climatico-desafio-civilizatorio-del-peru/

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