¿Y los trabajadores mineros?

Verónika Mendoza

Esta semana la Federación Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos y Siderúrgicos del Perú se ha movilizado a nivel nacional con el respaldo de los sindicatos de trabajadores textiles, petroleros y telefónica, entre otros. ¿Cómo se explica esto en un sector en el que en los últimos 10 años (2005 al 2014) se produjo, por ejemplo, un aumento del 38% en la producción fina de cobre mientras el precio de este metal aumentaba hasta en 86%? ¿No deberían ser los trabajadores mejor remunerados y protegidos?

Lo real es que la situación de la mayoría de ellos tiende más bien a precarizarse. Con el proceso de flexibilización laboral iniciado en los 90s se abrió la puerta a la tercerización, consagrada luego con la Ley N° 29245 que en la práctica ha significado el recorte de derechos laborales fundamentales.

Hoy, en el sector minero, alrededor del 70% de los trabajadores mineros son tercerizados (hay más de 124000 trabajadores eventuales en la minería metálica a marzo del 2015 según el MINEM) a pesar de que la ley establece como límite un 20% del total de trabajadores de la empresa.

Es decir, el sector minero subcontrata tres veces más trabajadores que los que la ley permite. Y lo real es que estos trabajadores subcontratados no realizan labores de naturaleza temporal ni complementaria, sino que cada vez más son los que se dedican a labores principales y permanentes en la producción.

Sin embargo, esos 124 mil trabajadores reciben sueldos inferiores a los de los trabajadores contratados directamente, a pesar de realizar actividades de alto esfuerzo y riesgo reciben menos de S/.50 diarios (en promedio una tercera parte de lo que perciben los trabajadores de planta, incluso cuando realizan las mismas actividades) y no tienen beneficios. Son, además, los más vulnerables frente a los riesgos laborales; según la Federación Minera, entre el 2009 y el 2015 se produjeron 272 accidentes mortales en empresas contratistas, el doble que en el caso de los trabajadores de planta.

La tercerización -y su desnaturalización- dificulta la libre sindicalización y merma las posibilidades de negociación de los trabajadores, sobre los que pende siempre la amenaza de que no les renueven su contrato.

Aunque no es exclusiva del sector minero, este es ciertamente uno de los más afectados y el que hoy nos plantea la necesidad de una reforma laboral que ponga por delante la dignidad y los derechos fundamentales de los trabajadores.

¿No es acaso una demanda legítima? ¿Dónde están aquellos que tanto defienden la actividad minera en estos días? ¿Defenderían con el mismo ahínco a quienes son los principales artífices de la renta que genera el sector, a quienes le aportan la principal cuota de esfuerzo y sacrificio: los trabajadores mineros? ¿O dirán también de ellos que son unos “antimineros enemigos del desarrollo” para silenciarlos?

http://diariouno.pe/columna/y-los-trabajadores-mineros/

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