¡Abajo los ricos!

Claudia Cisneros

¡Abajo los ricos! Gritaba el pueblo levantado contra el abuso de los mercaderes que dominaban el comercio en ebullición de la Edad Media en Europa Occidental. El historiador Jacques Le Goff explica que el resentimiento era porque estos nuevos ricos con poder político manejaban las finanzas urbanas, dictaban impuestos y de paso “se dispensan de ellos, haciendo recaer el peso sobre los más pobres.” Y cita a Beaumanoir: “En las ciudades de comuna se quejan mucho por los impuestos, porque a menudo sucede que las gentes ricas que gobiernan los negocios de la ciudad declaran menos de lo que deben, tanto ellos como su familia, y hacen beneficiar de las mismas ventajas a otras gentes ricas, y así todo el peso recae sobre el conjunto de la gente pobre.”

¿Suena parecido? Demasiado parecido al Perú neoliberal en el que vivimos hoy, donde el poder político al servicio del económico para darle abusivas ventajas que al resto no dan. No es mera coincidencia porque como Le Goff apunta en Mercaderes y Banqueros de la Edad Media, es durante la proliferación y expansión del mercader-banquero y el establecimiento de las ciudades en Europa Occidental medieval que nace el capitalismo.

Así robaban los ricos entonces, asegurándose con el control político a razón de sus fortunas, privilegios en desmedro del pueblo. Y así nos roban los ricos aún hoy, 8 siglos después, con el Estado como cómplice de sus exenciones, imposición de proyectos sin cuidados social o ambiental, flexibilización de fiscalización, y hasta condonación de millonarias deudas tributarias.

Eso viene pasando desde hace años con la suspensión de la Norma XVI que pretendía frenar sofisticados esquemas de elusión tributaria de las transnacionales y grandes empresas. No es igual que la evasión tributaria que es directamente un delito, sino elusión, es decir formas ‘creativas’ de engañar a la ley, de sacarle la vuelta sin que configure estrictamente un delito con la legislación tradicional. Millones de dólares que se dejan de percibir en el mundo por este esquema ha hecho que gobiernos capitalistas del mundo adecúen sus legislaciones para perseguir la elusión. Es una tendencia mundial de los países desarrollados. Por eso, con asesoría o acompañamiento del BM, BID y OECD, asesores especializados del MEF revisaron la casuística internacional y las mejores normas existentes y dieron a luz la Norma XVI, “Cláusula General Antielusiva Tributaria” que fue promulgada vía Decreto Legislativo Nº 1121 en julio del 2012.

La Norma XVI ampliaba el poder de la SUNAT para detectar y determinar si alguna empresa había eludido el pago de impuestos mediante esquemas amañados aparentemente legales. La Sunat podría exigir el pago de lo eludido, o de lo que no hubiera correspondido devolver a la Sunat. Pero tal como lo hace para otros delitos, también facultaba la revisión de ejercicios fiscales previos. Por fin los peruanos tendríamos la posibilidad de recolectar lo que los ricos esconden. Pero como pueden imaginar el lobby empresarial salió con todo a atacar la Norma XVI. A través de sus estudios de abogados y de los medios de comunicación. La Cámara de Comercio de Lima exigió mediante comunicado la derogatoria inmediata de la Norma XVI argumentando que “lesiona la seguridad jurídica y es extremadamente peligrosa por su abierta discrecionalidad que puede convertirse en arbitrariedad.” (http://bit.ly/1dSWxy2).  Confiep exigió mediante carta a Castilla una reunión con la jefa de Sunat, Tania Quispe, y acusó a la Norma XVI de generar “inestabilidad jurídica”( http://bit.ly/1oxfhlB). Tania Quispe cedió a la presión sometiéndose al absurdo requerimiento del empresariado de detallar los casos de elusión, cuando se sabe, a nivel mundial, que eso es precisamente lo que no puede hacerse para perseguir este delito, ya que siempre terminan encontrando –con sus abogados tributarios asesores– una forma de eludir la ley. El Congreso no estuvo ajeno al lobby empresarial. El congresista Iberico, en nombre del Grupo Especial de Trabajo para el Fomento de la Inversión y la Generación de Empleo (FIGE), salió a defender a los ricos: pidió la suspensión de la Norma XVI y su enmienda para que Sunat no pudiera revisar ejercicios tributarios anteriores a la promulgación de la Norma. En julio del 2014 la Norma XVI quedó suspendida mediante Ley Nº 30230.

Claro que sería estúpido estar en contra de la riqueza per se. Pero si hablamos de una clase social poderosa, como cierto empresariado, que amedrenta y presiona para ponerse al margen de la ley mientras llora “pérdidas para el país por supuesta “tramitología” o “ruido social”, decimos ¡Abajo esos ricos, cínicos, angurrientos, ladrones y prepotentes!

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