¡No la dejen sola!

César Lévano

Este domingo el Perú afronta una elección crucial: a) la continuidad del capitalismo salvaje instalado por el dúo Fujimori-Montesinos; o b), cambios progresistas sin extremismos, que signifiquen libertad, justicia, soberanía, reivindicación o restauración de derechos para la inmensa mayoría. Está claro, desde los meses del dos por ciento para Verónika Mendoza, que la opción de este diario y el mío propio es por ella.

Hace algunos años, ante una elección en el Reino Unido, el diario londinense Times proclamó su independencia. Un crítico le refutó señalando que el gran cotidiano era, en efecto, independiente respecto de los partidos en pugna, pero no en relación con el sistema, es decir, con el imperialismo inglés y sus aliados.

A diferencia del masivo poder mediático, cercano al monopolio, nosotros no ocultamos nuestra línea, nuestra elección. La hemos exhibido contra viento y marea, desde el arranque y a lo largo de la ruta procelosa.

Estamos en un momento dramático del mundo, de América Latina y el Perú. Grandes medios de comunicación advierten del peligro de una tercera guerra mundial, otros opinan que esta ha comenzado ya (Siria, el terrorismo). La crisis económica global muestra las vísperas de la quiebra. Una amenaza fascista se levanta en los Estados Unidos.

Al mismo tiempo, en el continente americano avanza, enarbolando banderas de libertad y lucha contra la corrupción (¡!), una ola golpista contra gobiernos que no acatan las órdenes del amo imperial.

Enarbolan el pabellón pirata las fuerzas más reaccionarias de América. Personajes como el presidente de Argentina Mauricio Macri, de la familia que auspició el fascismo y medró con él, aparecen sin empacho como moralizadores.

El gobierno peruano que surja de las urnas el domingo 10 será el que prepare las celebraciones -y no solo eso- del segundo centenario de la independencia nacional. Vergonzoso sería que presida esa efeméride la hija del dictador ladrón y asesino, que se postuló como candidato al Congreso de Japón, o el economista que ha renunciado a su ciudadanía estadounidense solo para buscar pasaje a Palacio.

Clamo, por eso, a votar por Verónika Mendoza. Con una admonición: como somos raigalmente independientes, seremos fiscalizadores de su deseable gobierno. Algo más: creo que hay que llevar al Congreso el mayor número de congresistas de Frente Amplio. Desde el ángulo de nuestra sacrificada independencia pedimos elegir congresistas con ideas y coraje.

Por todo esto, clamo: ¡No la dejen sola! ¡No la dejemos sola!

http://diariouno.pe/columna/no-la-dejen-sola/

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