Perú: 5 de abril y el fujimorismo de siempre

Sigrid Bazán

Al comienzo pensaba escribir sobre mi trabajo y dije ¿por qué no? Hoy cumplo un año trabajando en televisión de señal abierta y ha sido un camino duro pero satisfactorio. Sigo siendo quien soy y, de hecho, he aprendido más en este proceso.

Pero… hay demasiadas cosas sobre las cuales reflexionar, en especial, este mes.

El 3 de abril, empezamos recordando el saldo de 69 muertos que dejó la masacre de Lucanamarca. Recordamos los terribles asesinatos de Sendero Luminoso, lo peor del terrorismo. Sin embargo, mientras tenemos tanto que aprender de nuestra propia historia, todavía hay quienes insisten en la atroz lógica de llamar “terroristas” a quienes protestan por sus derechos. Aquellos que ponen el dedo en esta, nuestra herida abierta, tan solo para despreciar al adversario político.

Por si fuera poco, hoy 5 de abril recordamos el autogolpe de Alberto Fujimori. Aquel que nos despojó de toda democracia y terminó por socavar nuestras instituciones. Esta quizás sea una de las fechas más significativas, en especial, porque nos falta mucho para hablar de una democracia cimentada en igualdad de derechos.

Y es que luego de este y demás episodios, el fujimorismo siempre ha dicho renovarse, campaña tras campaña… y no hay cosa más falsa. Hablando como trabajadora en medios de comunicación, ha sido mortificante ver cómo todavía congresistas como Úrsula Letona y Alejandra Aramayo defienden la vulneración a la libertad de expresión con propuestas legislativas sin fundamento alguno.

El mismo ejemplo dieron ayer los nueve representantes del fujimorismo en la Comisión de Constitución –precisamente con Úrsula Letona a la cabeza– quienes vienen queriendo borrar, poco a poco, todos aquellos instrumentos legales que defienden los derechos de personas lesbianas, gays, bisexuales y transexuales (LGTBI).

Ayer se eliminó el enfoque de género del Decreto Legislativo 1266 y aún está en discusión borrar a las personas LGTBI de otros tres decretos más, incluido aquel sobre delitos de crímenes de odio y discriminación o incitación a la discriminación (¿se acuerdan de Phillip Butters?). Es decir, estamos abriéndoles la puerta a la discriminación e incluso al asesinato de personas solo por su identidad de género.

No nos confundamos. Hoy 5 de abril, más que nunca, recordamos que el fujimorismo sigue siendo el mismo de siempre. En el pasado, compraban medios y diarios chicha. Ayer impidieron que el debate de la Comisión de Constitución se transmita por el canal del Congreso.

Antes, el fujimorismo esterilizaba forzosamente a miles de hombres y mujeres. Ahora, retira la protección legal a ciudadanos por su identidad de género. En el año 1992, ellos expulsaban a 117 diplomáticos a quienes tildaron de ser homosexuales. Hoy permiten que la población LGTBI sea asesinada impunemente.

Hoy más que nunca, esta idea del “nuevo fujimorismo” cae por su propio peso.

http://larepublica.pe/impresa/opinion/862229-5-de-abril-y-el-fujimorismo-de-siempre

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