Que se vaya, que se vaya

Marco Sifuentes

Lo siento, pero los argumentos institucionales contra la vacancia de PPK ya no tienen sentido. La casa está en escombros, las ventanas han estallado, el techo se ha caído, pero hay algunos que se preocupan porque vaya a salir muy cara la mano de pintura de las paredes que se mantienen en pie.

Esta no es una crisis banal. El rechazo es absoluto y alcanza a todos los presidentes vivos, a todos los partidos formales, a los poderes Ejecutivo y Legislativo, al Consejo Nacional de la Magistratura, al Tribunal Constitucional, al Banco Central de Reserva, a la Confiep, a los medios, a la derecha, a la izquierda… Ni siquiera el colapso del fujimontesinismo logró una bancarrota moral tan generalizada. Aquella vez la sociedad civil se puso de acuerdo y logró resetear el país, volver a empezar casi de cero. Pero ahora, para seguir con las metáforas informáticas, el Gobierno está colgado hace meses, con la pantalla congelada en un permanente gesto de pánico. El país está a la deriva y la única función de PPK en el último medio año ha sido impedir que alguien más tome el timón.

Lo razonable sería, como ya le han dicho, que renuncie. Pero eso, claramente, no va a suceder porque, así lo ha dicho, el Papa le dijo que se quede. Y porque San Pedro lo va a recibir en el cielo. Ah, ya. Muy republicano todo. ¿Defender su permanencia es institucional?

Es cierto que la crisis es absoluta y que una vacancia le sigue el juego a los planes keikistas. Sí. Pero también es cierto que eso es culpa del propio PPK. Debió plantear cuestión de confianza cuando censuraron a Saavedra. Enfrentarse al ataque conservador. En vez de eso, prefirió habitar la incertidumbre. Y cuando llegó el pedido de vacancia anterior, se le dio una oportunidad. ¿Qué hizo con esa casi milagrosa coyuntura? Indultar a un ex dictador. Dispararse a los pies. Perder el apoyo del antifujimorismo que lo llevó al poder.

Los problemas se resuelven uno a la vez. Ahora mismo, el principal de ellos se llama Pedro Pablo Kuczynski. Una vez que esto se haya resuelto, podremos ver el segundo, que es el Congreso de la República.

Para empezar, se deberá presionar por la anulación de la anticonstitucional ‘interpretación auténtica’ de Mulder… pero veremos eso cuando se tenga que ver. Por lo pronto, habrá que confiar en que Vizcarra no querrá manchar su credibilidad con un Gabinete como el actual, que perfectamente podría haber funcionado bajo un gobierno de Keiko Fujimori. Tampoco deberá emprender rumbo de colisión, algo que tampoco le conviene, por cierto, a la golpeada bancada keikista.

Pero, insisto, eso se verá en su momento. Vamos paso a paso. Lo primero será volver a demostrar que las mentiras y las componendas se sancionan. PPK ha mentido en lo de Odebrecht y ha mentido en lo del indulto. Abusó de su poder. Negoció su propia cabeza. Debe pagar. Eso sería reforzar la institucionalidad. Los presidentes pasan, las instituciones quedan.

https://elcomercio.pe/opinion/rincon-del-autor/pedro-pablo-kuczysnki-martin-vizcarra-keiko-fujimori-mulder-marco-sifuentes-noticia-504739

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