Caída de la pobreza: nada dura para siempre

Humberto Campodónico

Ayer el INEI dijo que la pobreza en el Perú aumentó 1% en el 2017, lo que afectó a 375,000 peruanos. Después de 15 años, la primera vez que la pobreza aumenta en el Perú. Esto tiene varias lecturas. Hay quienes lo ven como un bache en el camino y prefieren enfatizar que en el último quinquenio la pobreza se redujo en 4.1% y 20.7% en la última década.

Pero también hay quienes dicen que la medición monetaria (el nivel de gasto de las familias) es errado pues la línea de pobreza se fija en S/. 1,352 al mes para una familia de 4 personas. Dicho de otra manera, si esa misma familia gana S/. 1,353 al mes, ya no es pobre. Y se plantea incorporar otros indicadores, como el contenido calórico de la alimentación o la proliferación (o no) de la anemia.

Sea como fuere, el hecho es que se ha roto la tendencia a la baja de los últimos 15 años, incluso la de la medición monetaria. Y esto es relevante.

Aquí comienzan varias discusiones. Una es que esto demostraría que solo el crecimiento económico reduce la pobreza. Y se le da poco o ningún crédito a las políticas sociales. Cierto, el crecimiento es condición necesaria. Pero las políticas sociales también ayudan, lo que fue el caso en el Perú en el 2014, año en que éstas fueron incluso más importantes que el crecimiento, de acuerdo al INEI y al ministro Segura. Lo mismo ya no fue cierto en años posteriores.

Otra discusión gira alrededor de saber por qué cayó el PBI de 4% a 2.5% del 2016 al 2017. Hay un hecho incontrastable: el fin del super ciclo de altos precios de las materias primas (las exportaciones peruanas dependen en 70% de minerales, petróleo y gas). A esto se suma el efecto corrupción y el Niño costero.

Siendo todo esto una realidad, no debe ser usado para ocultar los errores de política económica del gobierno, que comenzaron bastante antes de Lava Jato y del Niño Costero. No nos vendan gato por liebre. Recordemos las políticas de Segura (bajó el impuesto a la renta), Thorne (hizo un ajustón fiscal a fines del 2016) y luego Cooper priorizó el “control” del déficit fiscal. Justo cuando había que ir a contramano del ciclo contractivo de la economía peruana.

Así, lo que ha incidido en el aumento de la pobreza es que el crecimiento del sector no primario (vale decir, el manufacturero), no ha superado el 2.5% anual (bastante menos que el PBI global) durante los últimos 3 años, mientras que en promedio en la década del 2004-2013 estuvo por encima del 7% anual. Oscar Dancourt nos dice que esta es una recesión encubierta (1) que, claro, ha incidido en el empleo y los salarios. Ojo: los gastos promedio, según el INEI, disminuyeron más en los deciles cercanos a la línea de pobreza.

Tercero, lo que esto también quiere decir es que “nada está ganado para siempre”. En el Perú los pobres vulnerables –los que ganan solo un poco más que S/. 1,352 al mes- asciende a 32.9% de la población, según Javier Herrera, miembro de la Comisión Consultiva de Pobreza del INEI. Y agrega: “los vulnerables podrían recaer a la pobreza en los siguientes periodos” (2).
Otrosí: se ha dicho bien que el 32% de la población es vulnerable, lo que refleja la fragilidad de los celebrados logros que el modelo económico habría traído en estos 25 años.

Cuarto, el tema central de la coyuntura es la reactivación económica bajo el impulso de la inversión pública, lo que debe traducirse en el aumento de la meta del déficit fiscal hasta el 5%. Lograda la reactivación, se transitará hacia la reducción del déficit fiscal.

Al mismo tiempo, hay que aumentar los ingresos via la reducción de las devoluciones y de las exoneraciones tributarias. Es increíble que en el Perú haya caído la recaudación del 22 a 18% del PBI en 4 años. Los causantes son (aparte de los ya mencionados) la evasión y la elusión tributaria. A menos recaudación, más desigualdad pues la primera tiende a “nivelar” los ingresos de las diferentes clases sociales. Veremos qué pasa con el Gini cuando se publique el Informe completo del INEI.

Llama la atención la reducción del gasto corriente anunciada por el ministro Tuesta que, según Fernando Rospigliosi podría ser un eufemismo para despidos masivos en el sector público. Ojo para Vi-Vi, su luna de miel y la paz social.

Finalmente, debe abrirse una discusión sobre el modelo económico. Los organismos internacionales nos dicen que las políticas basadas en el crecimiento de los sectores primarios aumentaron el ingreso per cápita y nos llevaron a ser países de “ingresos medios”. Pero esas mismas políticas no nos llevarán a ser países de ingresos altos, como lo dice un reciente informe de la OCDE, el BID y la CEPAL (3). Nos quedaremos estancados en el mismo nivel. O seguiremos cayendo. Pero de eso casi no se discute.

1 Ver Oscar Dancourt: http://www.otramirada.pe/vizcarra-y-la-reactivaci%C3%B3n-de-la-econom%C3%ADa

2 Pobreza, vulnerabilidad y ahora desigualdad, 17/05/2017 http://www.cristaldemira.com/articulos.php?id=2672

3 Perspectivas de la economía de América Latina, 2018, www.cepal.org

https://larepublica.pe/politica/1232288-caida-de-la-pobreza-nada-dura-para-siempre

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