Después de la oscuridad asoma la justicia
Teresa Tovar Samanez
La estocada contra el poder mafioso en el congreso tiene consecuencias importantes en educación. La influencia alcanzada por la elite conservadora religiosa en el poder político ha encontrado tope haciendo perder posiciones al pensamiento retardatario en educación. Sus líderes han sido destronados y ya no tendrán una mayoría abusiva en las próximas elecciones.
Es de prever que disminuya el acoso al enfoque de igualdad de género desde posturas fundamentalistas. Los textos escolares y el currículo no serán amenazados ni satanizados. No obstante, continuará la batalla cultural contra prejuicios y estereotipos encarnados en colectivos como Conmishijsnotemetas. También se observa un saldo positivo en cuanto a educación superior. En este terreno el poder mafioso se resistió al cierre de universidades e institutos superiores que no sólo eran una estafa sino en muchos casos mecanismos de subvención a la corrupción.
El bombardeo de proyectos legislativos contra la reforma universitaria y contra la educación sexual integral y con enfoque de género cesarán hasta nuevo aviso. No obstante habrá que seguir alerta para evitar que sectores mafiosos/retardatarios intenten manejar nuevamente los destinos del país e impregnar la educación con posturas contrarias al enfoque de derechos.
Despejado el lado más oscuro se abre la oportunidad de luchar contra la corrupción desde una educación enlazada a los movimientos ciudadanos. Los sentimientos morales expresados en el 85% de respaldo al cierre del congreso requieren convertirse en convicción ética dentro de los espacios y procesos educativos.
También aflora la agenda social y ambiental. El modelo económico fuertemente segregador y depredador sigue vigente y sus representantes buscan recolocarse en el tablero político vía su presencia fáctica en los diversos espacios de poder. Mientras en otros países se está criticando los “excesos” del neoliberalismo, en el Perú aún tenemos niveles inmanejables de pobreza, desigualdad e injusticia ambiental.
La revolución de adolescentes en el planeta encarnada en Greta llegará a nuestro país y la educación será emplazada para colocar en el centro un tema “transversal”. Otro punto ineludible es el fortalecimiento de la educación pública. Comienza ya a discutirse el presupuesto educativo para el 2020, estancado en menos de 3% del PBI desde hace una década.
Hay sectores económicos interesados en que permanezca la precariedad de la educación pública expresada en 70% de déficit de infraestructura, un tercio de maestros contratados y abismos educativos que contrastan 3.4% de logros en lectura en algunos distritos de Loreto frente y al 34% de promedio nacional y más de 50% en Tacna. Sin justicia no hay democracia y esta última tiene pies de barro cuando se construye sobre la base de abismos sociales y educativos
Los cambios en educación no pueden continuar sin incorporar la nueva agenda social, ambiental y ciudadana.
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