El canto de Yoshiyama

Pedro Salinas

El sobrino de Jaime Yoshiyama, Jorge, cantó. Y en plan Pavarotti, oigan. Y es que lo publicado aquí por la periodista Doris Aguirre confirma todas las sospechas en torno a Keiko Fujimori, alias “La Señora K”. Las reveladoras confesiones de Jorge Yoshiyama al Equipo Lava Jato señalan, como ha escrito Ángel Páez en este mismo papel, que “Keiko Fujimori no solo lo sabía todo sino también lo manejaba todo, personalmente”.

Según estas confidencias ante la fiscal Elvia Caro, Jaime Yoshiyama le dio dinero a su sobrino que luego fue transferido falsamente a la cuenta de la campaña de Keiko Fujimori a través de aportantes simulados. Keiko Fujimori sabía que había dinero donado por Odebrecht a Fuerza 2011 para la campaña. Keiko Fujimori le dijo a Jaime Yoshiyama: “Jaime, debemos afirmar que no hemos recibido ningún aporte de Odebrecht, hay que negar toda relación con nosotros”.

Keiko Fujimori organizó con los abogados del Estudio Oré la estrategia para buscar el archivamiento de la investigación por lavado de activos. Keiko Fujimori habría estado en contacto permanente con el Estudio Oré para coordinar la forma de anular la investigación, mediante los contactos del mencionado bufete de abogados. Keiko Fujimori coordinó con el exvocal supremo César Hinostroza para que acceda a la casación que impuso para enterrar la investigación en su contra y de su esposo Mark Vito por lavado de activos.

Keiko Fujimori, por intermedio de Ana Herz y Pier Figari, usó a la bancada de Fuerza Popular para entorpecer las pesquisas del Equipo Lava Jato. Keiko Fujimori utilizó la estructura de su partido como una organización criminal. Keiko Fujimori le pidió al Estudio Oré que diera asesoría a los aportantes bamba para que engañaran a los fiscales, y en ese equipo se encontraba Giulliana Loza, la abogada de Keiko Fujimori. Los abogados del Estudio Oré han negado su participación en estas acciones, pese a que Jorge Yoshiyama abunda en detalles respecto de lo que habrían hecho y cómo. Y cuándo y con quiénes.

En resumen. Los corifeos fujimoristas se han quedado mudos ante el soplo inesperado de Jorge Yoshiyama Sasaki que no hace sino convalidar, una vez más, la putrefacción interna y la corrupción arraigada y la pulsión barriobajera y mafiosa sobre la que reposa el fujimorismo.

https://larepublica.pe/politica/2019/11/10/pedro-salinas-el-canto-de-yoshiyama/

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