#CambiaTuEnfoque sobre el Acoso Sexual

Claudia Cisneros Méndez

Frank Pérez Garland es un director de cine peruano y profesor en varios centros de estudios desde hace dos décadas. En las últimas horas la página en Instagram “Acosadores de Cine Peruano” hizo públicos los testimonios de varias mujeres en contra de Pérez Garland por acoso sexual, incluida una menor de edad.

Al poco tiempo, Pérez Garland publicó una suerte de comunicado en su cuenta de IG. Allí pide perdón y dice sobre las denuncias, “debo confesar que la mayoría son ciertas”. Parecería un adecuado mea culpa, sin embargo sigue rechazando la denominación de ‘acoso’ y elige llamar a lo que hizo durante veinte años “seducción intensa”. En este post te diremos, de forma didática, qué está mal en todo esto y por qué.

Para empezar, llamar “seducción intensa” al acoso es un juego de palabras negacionista, inflamatorio y manipulador de quien se niega a llamar lo sucedido por su nombre: A-C-O-S-O.

En segundo lugar, a su comunicado siguieron una serie de reacciones, desde actores y colegas del ámbito del cine y la actuación solidarizándose con él, hasta por supuesto la indignación de mujeres por su supuesta confesión luego de haber sido puesto contra la pared por las denuncias.

Todo esto nos muestra que aún hay muchos hombres – y mujeres – que parecen confundidxs con los nuevos tiempos para los derechos de las mujeres y los términos o conceptos que quedan desfasados. Por eso hemos elaborado esta guía rápida. Para que se actualicen y se autoanalicen. Sólo así esos hombres y mujeres podrán iniciar un necesario y saludable cambio de creencias profundas, malos hábitos aprendidos y normalizados, y evitar la condena social y legal. Pero principalmente, podrán dejar de hacer daño.

1. Seducción es acoso si hay una relación jerárquica de poder. Es decir, si el hombre tiene una posición laboral o académica de autoridad, porque implícita o explícitamente está haciendo uso de ella para ‘seducir’. Ese factor ‘extra’ de ser su profesor, su jefe, etc. le da una ventaja por sobre su víctima de sumisión y silencio pues la víctima por no incomodar o problematizar, o por evitar el riesgo de perder el trabajo o una nota, probablemente calle. Pero toda esa carga está implícita en ese avance sexual. Si fuera cualquier hijo de vecino en la calle o alguien con quien no hay esa relación de poder, la mujer podría sin contemplaciones ni dudas más fácilmente hacerle un pare. Esa es la jerarquía que el acosador utiliza a su favor aunque lo haya o no meditado así.
#CambiaTuEnfoque: Llama ACOSO a eso que llamas ‘seducción’ o ‘seducción intensa’. Hazte cargo de las consecuencias de tus actos.

2. Si eres amigx de un acosador – más aún, confeso- y lo primero que te viene a la cabeza es ‘pobrecito por lo que está pasando’, tienes que revisar tus sesgos. No debería ser normal que no pienses primero en las víctimas del acoso y sus estragos emocionales, laborales, académicos. No debería ser normal que sientas compasión primero por quien hizo daño
#CambiaTuEnfoque: Piensa primero en las víctimas; solidarízate con ellas; aplaúdelas a ellas por haber tomado fuerzas para denunciar. (Sí, requiere de un gran esfuerzo mental, emocional y hasta físico sostenido denunciar. Pregúntale a cualquier víctima que lo ha hecho). Luego puedes decirle a tu amigo que te parece bien que lo reconozca al fin y aconsejarle que se haga cargo de los daños causados y sus reparaciones.

3. Si eres periodista y tienes que reportar un caso de acoso, en el que el acusado incluso ha confesado, tu titular tiene que reflejar eso mismo. No trates de minimizarlo. Tu titular y tu nota DEBEN tener la frase ‘acoso sexual’ incluidos y debes explicar qué es y por qué se le califica como tal. Hagamos periodismo con enfoque de género para contribuir al cambio y rechazar el abuso.
#CambiaTuEnfoque: Llevamos décadas de periodismo presuntamente ‘neutral’ pero que en realidad está sesgado en preponderancia al hombre en muchos sentidos. Sé parte del cambio y el equilibrio aplicando enfoque de género a tu ejercicio profesional. Tienes una responsabilidad social con el cambio.

4. Si un acosador es expuesto públicamente y sale a pedir disculpas, no es momento de aplaudirlo. Se puede reconocer que tenga la decencia última de no seguir negándolo, como sí hace la mayoría de acosadores, volviendo a dañar a sus víctimas con esa negación. Pero tampoco es para darles palmas y dar por acabado el asunto. Por cada denuncia de acoso hay un mar de problemas generados a las víctimas: desde angustias y estrés innecesarios hasta pérdida de oportunidades laborales o académicas. Hay daño emocional y concreto. Unas meras disculpas no reparan el dolor y daños causados. El acosador debe hacerse cargo una a una, persona a persona, de esos daños y sus reparaciones. Lo fácil para el agresor es poner a todas en un paquete, decirles ‘sorry’ y pretender que allí se cierra el tema. Estamos hablando de personas, de vidas, individuas que tuvieron que soportar estos abusos por muchas razones (entre ellas que no existía antes la red de soporte social para denunciar). Y de eso tomaban y toman ventaja hace décadas muchos hombres en posiciones de jerarquía.
#CambiaTuEnfoque: Que un acosador pida disculpas no es un favor a las víctimas ni a las mujeres. Es lo mínimo en el proceso de reconocimiento y reparación que le debe a sus víctimas y no es ni mínimamente suficiente. Debe tomar acciones concretas de reparación A CADA UNA DE ELLAS, empezando por pedirles perdón de manera individual y no en un paquete para pasar la página y hacer control de crisis para su imagen. Debe buscar cómo reparar el daño causado a CADA UNA DE ELLAS en vez de estar apresurándose en reparar el daño que sus acciones han causado en su imagen.

5. El acoso sexual es delito y como tal debe ser procesado; porque es lo justo y porque es necesario que la sociedad comience a acompañar y fomentar desde sus instituciones el cambio de paradigma que el feminismo ha venido impulsando; por una sociedad más justa y segura para las mujeres.
#CambiaTuEnfoque: Antes de proceder a ‘seducir’ a una mujer pregúntate si estás en una relación jerárquica o de poder con ella (edad, trabajo, escuela, universidad, etc.). Si lo estás, detente. Si no estás en una posición jerárquica o asimétrica, sé muy atento y sensible antes y después de tus avances. Si notas reticencia o rechazo, NO INSISTAS. La figura del ‘romántico’ que ‘sigue y sigue hasta que la consigue’ es caduca; pertenece a un pasado en el que el acoso se romantizaba y en el que las mujeres habían sido – a fuerza – acostumbradas a soportarlo. ¡Ya no! Y ese es parte del cambio.

¡Actualízate! O terminarás siendo procesado social y legalmente. El revisar tus creencias y hábitos en el ámbito de tus relaciones con las mujeres es parte de lo que se se llama ‘deconstruir’ comportamientos socialmente aprendidos que causan daño; ese proceso es lo que se conoce como cuestionar tu masculinidad hegemónica o tradicional para ser parte de las ‘Nuevas masculinidades’.

6. ¿Qué es y qué califica como acoso y hostigamiento sexual?

Ambas son formas de violencia y manifestaciones de poder que se dan en una relación de subordinación o no.

Cuando la relación es de subordinación laboral, académica, de edad, etc., el acosador toma ventaja de su posición jerárquica para hacer avances sexuales que pueden ser o no sutiles, aunque no por eso menos dañinos. El hostigamiento o acoso sexual pude ser:

–Acoso físico: como un abrazo no correspondido, o que apreta más de la cuenta, besos no deseados, algún tipo de caricia en cualquier parte del cuerpo, acercamientos que invaden, etc.
-Acoso verbal: como comentarios o bromas de connotación sexual, invitaciones no deseadas para tener sexo, preguntas sobre temas íntimos o sexuales, o insistencia en tener una cita cuando la mujer no tiene interés.

Algunos ejmplos de acoso u hostigamiento sexual. Fuente: Organización Mundial del Trabajo (OIT).

7. ¿Los piropos en la calle también son acoso?
Sí, porque también puede haber hostigamiento sexual en una relación donde la asimetría está en no conocer al acosador y estar en un espacio o situación de vulnerabilidad, como el espacio público, la calle. Los piropos de un individuo desconocido o de un grupo de ellos en la calle, suelen generar en la víctima angustia por su seguridad. La víctima no tiene cómo saber si ese ‘piropo’ pueda venir acompañado de otra agresión física o sexual. Es injusto que una mujer tenga que sentir ese riesgo y temor en el espacio público. Es una invasión de su espacio e individualidad.

¿Por qué a veces las mujeres no denuncian o tardan en hacerlo? Acá algunas respuestas. Fuente: OIT.

8. ¿Por qué no denunciaron antes?
Suele ser una pregunta común hecha sobre todo desde el escepticismo de alguien que busca algún argumento para desacreditar la denuncia o a la denunciada. Hay que recordarles que las mujeres que han sido acosadas o agredidas pueden demorar toda una vida en denunciar; e incluso es más común que nunca lo hagan público por diversos motivos: como temor a ser humillada, a no ser creída, a sufrir insultos o amenazas por parte de la red de poder del acosador o por la protección institucional con la que este cuenta.

Jamás acuses a una mujer de no haber sido más tajante o de haber callado, ellas son las víctimas y el victimario es el acosador. No todas las mujeres tienen la misma capacidad de reacción. Algunas se paralizan por el miedo, no reaccionan como tú crees que debieron reaccionar por muchos motivos y ninguno las hace culpables de nada de lo que les ha sucedido. El culpable es el agresor. Siempre.

Claudia Cisneros Méndez. Periodista, feminista antiracista, anticlasista y antineoliberal. Es activista por los DDHH, de las mujeres y disidencias, Pueblos Indígenas, divulgación de ciencia y conocimiento.

www.speakupwomenorg.wordpress.com/2020/09/01/cambiatuenfoque-sobre-el-acoso-sexual/

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