Perú: ¿Tienen una foto de Pedro Castillo?

Ángel Páez

Los periodistas hemos olvidado que los pobres siempre son noticia. Cuando la más poderosa cadena del mundo, la estadounidense CNN, anunció el triunfo de Pedro Castillo Terrones, no contaba con una fotografía del profesor. Y en el país, la mayoría de los medios asentada en la capital no encontraba en sus archivos información sobre el candidato que salió en primer lugar, porque prácticamente lo había ninguneado durante toda la campaña. Las agencias de noticias extranjeras estaban desesperadas porque la prensa peruana poco o nada de espacio le había dedicado a Castillo. El postulante de Perú Libre llamaba la atención del mundo no solo porque no era limeño, ni habitaba en la capital, sino porque residía en el distrito de Anguía, el tercer distrito más pobre del territorio nacional. Los periodistas hemos olvidado que los pobres siempre son noticia.

La revolución industrial que entre la segunda mitad del siglo XVII y la primera mitad del siglo XVIII transformó al mundo, también impulsó un cambio significativo en el periodismo, haciéndolo más cotidiano, masivo e influyente. Los lectores deseaban estar al tanto de las impresionantes transformaciones en el planeta, por supuesto, pero además querían estar informados sobre lo que no decían las autoridades. Reclamaban a los periodistas sobre lo que los poderosos ocultaban. Por ejemplo, cómo vivían los pobres en los suburbios, en qué condiciones trabajaban los obreros en las fábricas y sobre la explotación de niños y niñas. Entre los diarios se desató una competencia por exponer las miserias del nuevo sistema económico.

En 1849, el periódico The Morning Chronicle despachó a sus mejores reporteros, Henry Mayhew y Angus B. Reach, a las zonas urbanas y rurales más pobres y durante dos años publicaron extraordinarias historias para asombro de los lectores. Eran las llamadas ’’comisiones secretas’’, que en Estados Unidos se replicaron con grandes coberturas firmadas por Jacob Riis, sobre la explotación de los inmigrantes ilegales, en 1890; o por Edwin Markham, sobre los horrores del trabajo infantil, en 1906. Fue el preludio del surgimiento de la generación de los ’’muckrakers’’, reporteros que se infiltraban en fábricas, hospitales y donde fuera necesaria para constatar con su propia experiencia la explotación, el hambre, la humillación. El periodismo desde sus orígenes se ha caracterizado por informar sobre los pobres.

Pero nos hemos olvidado de informar sobre los pobres. Quizás porque las redes sociales nos han alejado mucho más de la gente que debería importar al periodismo. Asumimos que lo que no circula en redes sociales no existe. Es lo que pasó con Pedro Castillo, un profesor que vive y enseña en uno de los distritos más pobres del país, que, paradójicamente, se ubica en Cajamarca, una de las regiones mineras más ricas del mundo. Los periodistas hemos olvidado que los pobres siempre son noticia.

https://larepublica.pe/opinion/2021/04/22/tienen-una-foto-de-pedro-castillo-por-angel-paez/

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