En defensa del consumidor. Niños prefieren la chatarra

Jaime Delgado Z.

ASPEC

ASPEC realizó recientemente un estudio para descubrir la preferencia de los niños al elegir sus alimentos. Sobre una muestra de 100 niños de 6 a 10 años de edad de diversos colegios de Lima, se identificaron los alimentos preferidos a través de una metodología muy sencilla; se invitó a los niños a que pasaran uno por uno a un aula donde había una mesa llena de diversos productos alimenticios y bebidas, productos saludables y no saludables para que elijan 3 productos de su preferencia.

El resultado fue que el 81% de productos escogidos fueron alimentos chatarra (gaseosas, refrescos envasados, golosinas, galletas con relleno de grasas hidrogenadas, papitas fritas, pollo frito, etc.). Muy pocos niños escogían frutas, refrescos naturales, sándwich de huevo u otros preparados en casa.

Así, ha quedado demostrado algo que para todos resultaba evidente, la fuerte influencia que ejerce la publicidad sobre la alimentación de los niños. El uso de agresivas técnicas de marketing y un conocimiento profundo del comportamiento de los niños, su pasión por los superhéroes, las figuritas, los premios, los personajes de TV, etc., así como su paladar acostumbrado al dulce y al salado extremo, los induce a comer productos sin tener en cuenta su valor nutricional.

Los niños más pequeños son los más propensos porque carecen de experiencia y no advierten con facilidad las verdaderas intenciones de estos mensajes.

Adicionalmente hay que tener en cuenta que los niños pasan muchas horas frente a la televisión, y en ella se transmite una carga tremenda de publicidad de alimentos dirigidos hacia ellos. Ahí la explicación de que cuando salimos con ellos al mercado, piden tal o cual producto. A veces los niños están más informados de los nuevos productos que los propios adultos.

Del otro lado, no existen políticas de Estado para la promoción de la salud a través de una sana alimentación. Mientras tenemos una millonaria inversión publicitaria de alimentos chatarra, nadie se ocupa de promocionar el consumo de manzanas, plátanos, naranjas u otras frutas que son muchísimo más nutritivas y más baratas que los productos procesados y con alto contenido de azúcar, colorantes, preservantes y demás sustancias químicas.

Consumers International, que es la Federación Mundial de los consumidores, de la que ASPEC es miembro pleno, viene impulsando un código internacional que regule la publicidad de alimentos dirigida a niños. En algunos países ya se han tomado algunas medidas drásticas, como el limitar este tipo de publicidad en horarios infantiles. La obesidad y todas las consecuencias a la salud que esta trae consigo, es un serio problema en el mundo.

Esperamos que nuestro gobierno respalde esta iniciativa que será planteada en las Naciones Unidas.

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