Exijo una explicación

Augusto Álvarez Rodrich

El gobierno tiene que justificar sus acciones.

Varias expresiones recientes del gobierno transmiten una actitud preocupante de no explicar sus acciones, creyendo que ganar una elección es una licencia para hacer lo que le da la gana.

Por ejemplo, Mercedes Cabanillas en el caso de las policías cuyas imágenes semidesnudas se difundieron en una página web. Ellas no cometieron un delito; por el contrario, son víctimas de violación de su fuero íntimo. A la ministra, sin embargo, lo único que le interesa es reforzar su imagen de ‘Miss Thatcher’ –fomentada por el presidente Alan García– y, para eso, no se detiene en cometer una injusticia con estas muchachas.

¿Por qué están tan calladas las organizaciones feministas del Perú? ¿Por qué no reaccionan las mujeres parlamentarias para que Cabanillas no perpetre esta injusticia? Y si persiste, ¿por qué no la interpelan y la mandan a su casa por abusiva?

Segundo caso. El gobierno no ha hecho el menor esfuerzo por justificar su rechazo a la donación del gobierno alemán para construir el Museo de la Memoria. Las explicaciones del premier Yehude Simon y del ministro Ántero Flores-Aráoz son balbuceos penosos. Mejor, que salgan y digan “está bien, no creemos en los derechos humanos, y en este asunto, los que deciden son los militares, los fujimoristas y el cardenal”. Pero que, al menos, dé la explicación que todavía no ha ofrecido.

Tercer ejemplo: el presidente Alan García puede sentirse rey, pero sus asesores cercanos deberían recordarle que no lo es. Por ello, no puede lanzar arengas a las autoridades regionales y municipales para que violen la ley y hagan obras públicas sin permiso de nadie y haciendo caso omiso al contralor que todavía el gobierno no ha podido –o querido– nombrarlo.

Cuarto: el gobierno no puede seguir manejando la educación en el país como lo está haciendo, diciendo que está en marcha una ‘revolución silenciosa’ –tanto que nadie la siente–, sin siquiera responder a los propuestas, recomendaciones, sugerencias y críticas de la opinión calificada de los principales expertos del país en el tema. Que, al menos, el ministro José Antonio Chang dé la cara y que dialogue. Y, si no, que lo convoque la Comisión de Educación del Congreso para cuadrarlo.

Los políticos ganan las elecciones con el fin de obtener un mandato legítimo para poner en práctica sus ideas y propuestas para mejorar el país y la calidad de vida de su población, pero ello no significa, en modo alguno, que puedan relajar la obligación de explicar y de justificar sus medidas y acciones ante la gente, lo cual es inherente a toda persona que se crea demócrata. Hay que decirle al gobierno, con firmeza, que su actitud arrogante y de desprecio hacia el país es inaceptable, y que no puede hacer lo que le da la gana.

FUENTE:
http://www.larepublica.pe/claro-y-directo/28/02/2009/exijo-una-explicacion

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