AFP, ¿una gran estafa?

José Perales Avendaño

Hagamos un poco de memoria para entender cómo se inicia el sistema de pensiones y cómo llegan las AFP al Perú: el primer sistema de pensiones del país fue en 1850, que abarcaba a un grupo reducido de funcionarios y tenía cargo en el tesoro público, el siguiente paso se dio en 1973, cuando el gobierno de Velasco Alvarado creó el Sistema Nacional de Pensiones (SNP), en el que los trabajadores financian las pensiones de los jubilados y las aportaciones se acumulan en un fondo común.

Las AFP llegaron al Perú hace 27 años, con el fin de ampliar la cobertura de pensiones en el Perú, en 1992 se suma el sistema privado de pensiones a la Oficina de Normalización Previsional (ONP), luego de que Chile lo llevara aplicando desde 1981. Con este nuevo sistema de capitalización individual de los fondos, la pensión del afiliado estaba directamente relacionada con los aportes realizados más la rentabilidad generada, afirmando que los trabajadores eran dueños de su cuenta individual en la AFP.

Así, para junio de 1993, iniciaron operaciones ocho Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP). En 1995, el entonces presidente Alberto Fujimori incentivó con bonos el traslado de los afiliados a la ONP al Sistema Privado de Pensiones.

Las AFP son empresas privadas pero sus ganancias no dependen del mercado ni de una buena o mala gestión: tienen una remuneración, o sea una ganancia, asignada por ley, gracias a la astucia de dividir la cotización en dos partes, una destinada al Fondo de Pensiones y otra que es ganancia para las AFP. Este 2018 su ganancia neta ascendió a 488 millones 249.203 soles y fue la mejor de los últimos cuatro años, mientras los trabajadores redujeron sus fondos y utilidades.

Nunca en la historia peruana y quizás mundial, se ha visto un negocio más extraordinariamente seguro para una empresa privada que las AFP. Cuentan con un mercado cautivo, sin riesgo de pérdida para la empresa por su mala gestión. Ni en las peores crisis financieras mundiales –crisis asiática, Torres Gemelas, dot.com, subprime–, las AFP han visto disminuir sus utilidades.

El resultado para los trabajadores es lamentable, porque el sistema entrega pensiones miserables. Según las propias AFP, las mezquinas pensiones que ofrece este sistema tienen su origen en las crisis financieras internacionales que afectan el valor de los activos en que se invierten los fondos. Según este razonamiento, las exiguas pensiones no son de la responsabilidad de las AFP, sino del sistema financiero internacional. Razonamiento falso, si se tiene en cuenta que quienes se ocultan tras los mercados financieros no cesan de concentrar la riqueza producida en el mundo. ¿A quién le conviene este negocio? Por eso es necesario encabezar manifestaciones de cientos de miles de personas a través de todo el país, obligando a los políticos y al Gobierno a reaccionar proponiendo nuevas modificaciones al sistema.

Tras semanas de cuestionamientos al Sistema Privado de Pensiones (AFP), el Gobierno sienta una posición y habla de una futura reforma, el presidente del Consejo de Ministros (PCM), César Villanueva, consideró necesario aplicar cambios a este sistema previsional para elevar los niveles de competencia. “Debemos buscar cómo establecer mecanismos más competitivos para que sea más atractivo y conseguir beneficios para la gente”, dijo al ser consultado sobre las pocas opciones que tiene hoy el afiliado. César Villanueva adelantó que el Ejecutivo está revisando el sistema de las AFP para ver qué modificaciones pueden aplicarse.

Esperemos que este gobierno cumpla y piense en el bienestar de los trabajadores, de lo contrario, es el momento de salir a las calles.

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