Es hora de recuperar el Perú Bicentenario para los peruanos
Manuel Dammert Ego Aguirre
La actual crisis de régimen en el Perú se inicia con la instalación de la dictadura fujimorista el 05 de abril de 1992. Impone un Estado Mafioso Lobbysta y anula la Soberanía, acaba la Democracia y organiza un generalizado régimen corrupto y represivo. Con este modelo saquea las riquezas y la vida de los peruanos para generar ganancias inmensas al capital financiero internacional y empresas extractivas y bancarias, al tiempo que destruye las instituciones, atropella la vida digna de los peruanos y afecta los ecosistemas del Perú.
Casi 27 años después el Perú ha entrado en una crisis general de régimen mafioso lobbysta, que afecta la vida, los ecosistemas y las instituciones. La actual crisis se expresa, ahora concentrada en una crisis de régimen, evidenciando la fragilidad de la instalada República Lobbysta Neoliberal montada sobre una gran polarización entre el neoliberalismo dominante enfrentado a las fuerzas sociales y políticas del Perú Soberano que lucha por Nuestra Patria Hermosa Soberana.
En América Latina y el Perú los pueblos se están rebelando contra la recolonización imperial yanqui. Para mantener su posición de dominio en el mundo, con la dictadura del neoliberalismo sobreexplota la vida, destruye y saquea las riquezas naturales, precariza la vida en sociedad y esclaviza el trabajo. Instala Estados represores contra los derechos humanos y políticos de la sociedad.
En Nuestra América impone dictaduras neoliberales y el patriarcado dominante, para anular la soberanía del pueblo, la histórica reciprocidad cultural, la reclamada democracia social y la requerida igualdad de género. Busca destruir nuestras naciones y someternos a la dictadura del poder lobbysta antinacional. Condena nuestros ecosistemas naturales a la destrucción, a la población de nuestros países a la miseria y sobreexplotación, para que se enriquezcan las corporaciones transnacionales y los grandes grupos financieros, que trasladan al centro imperial las riquezas que nos saquean.
El Perú y América Latina estamos entrando a una nueva etapa histórica en el actual mundo multipolar. Tras décadas de luchas patrióticas y sociales, se ha dado inicio a una nueva etapa de la Nación en una América Latina, con organización social masiva del pueblo peruano y de otros pueblos.
Los intentos imperiales y neoliberales tratan de impedir necesarios cambios democráticos constituyentes. Cercanos al Bicentenario de la Independencia, se podrán afirmar las bases civilizatorias de nuestra América pluricultural, en nuestras naciones emancipadas con soberanas Repúblicas de Ciudadanos. Esta forjándose en esta lucha una América Latina Caribeña, afirmada en su base civilizatoria andina amazónica, unida, soberana y en libertad.
En el Perú este 2019, el nuevo periodo parlamentario ha sido convocado sin tener atribución constituyente, pese a ser cuestión crucial de la coyuntura histórica actual, en plena crisis del régimen corrupto neoliberal. El Gobierno, la Confiep y los sectores dominantes nacionales, están sujetos al poder imperial norteamericano.
Ante la creciente lucha soberana del pueblo, tratarán de imponer en el corto plazo un ajuste que mantenga el neoliberalismo, acentuando la corrupción, la destrucción de la patria, el empobrecimiento de las mayorías, la esclavización del trabajo y de la vida, y la destrucción de la madre tierra. Pero saben que están aislados y son rechazados por la mayoría del pueblo.
El afán de la patria reclama se acabe con la corruptela neoliberal que desangra al país, destruye nuestra base civilizatoria y arranca los derechos. El pueblo está en condiciones de responder y lograr que, pese a todas las limitaciones, se abra un proceso Constituyente Nacional, democrático y en paz, que logre los sueños de Túpac Amaru, Micaela Bastidas, Sánchez Carrión y José Carlos Mariátegui, de una nueva constitución para el Siglo XXI, que afirma la soberanía nacional, la vida, la solidaridad, el trabajo digno y la paz, en el marco y proceso de la unidad de nuestra América india, criolla, latina, crisol de unidad de todas las sangres.
Por estas razones, es que, tras respaldar y acompañar las luchas por el cierre del anterior Congreso dominado por el fujimorismo, que pretendía capturar el Estado para re-consolidar el poder de la Plutocracia y la corrupción, he aceptado ahora participar en las elecciones para el transitorio y corto periodo parlamentario establecido 2020/2021. Este será un periodo claramente pre constituyente, en el que se enfrentan las fuerzas de la antipatria y el pueblo peruano patriota y democrático social, enfrentando a la plutocracia lobista y sus ujieres antidemocráticos.
Luego de este breve periodo, se debe elegir democráticamente, con el voto soberano del pueblo ciudadano, a un nuevo Gobierno y a un nuevo Congreso que puedan recuperar nuestra base civilizatoria andina amazónica, la soberanía nacional, la vida plena, el trabajo digno y la democracia ciudadana, sobre la base de necesarios cambios constitucionales por la Patria Soberana.
En este corto periodo de un año, pondremos todas nuestras fuerzas, desde el pueblo organizado, desde sus raíces andinas amazónicos criollos, con el Movimiento Nuevo Perú y las diversas fuerzas de la izquierda y nacionales, para construir un nuevo rumbo soberano para la patria. La tarea estratégica es recuperar el Perú, derrotando las maniobras de la plutocracia financiera, su aparato mediático y sus operadores comprometidos y organizadores de la corrupción y el saqueo neoliberal de la patria.
He aceptado participar en esta elección interna del MNP para elegir candidatos a este corto periodo parlamentario, que culmina el anterior, porque es un frente más de esta lucha,en la necesaria unidad de las mayorías nacionales para forjar el Perú sin opresión ni explotación de cualquier tipo.
Los convoco a participar activamente en JUNTOS, unidad amplia que integra el Movimiento Nuevo Perú (MNP). Para recuperar la Patria, uniendo a las diversas fuerzas ciudadanas. Debemos lograr que nos unamos los peruanos y peruanas por una candidatura presidencial ciudadana, hacia un nuevo Gobierno Patriótico, Ciudadano y Solidario, como es el planteamiento de Verónika Mendoza y el MNP para la unidad de un Perú Nuevo en un Mundo Nuevo.
Los pueblos de nuestra América en lucha contra el neoliberalismo proyanqui nos muestran el camino. Podemos avanzar en América Latina en su emancipación patriótica y continental. Respaldemos las luchas que ahora están afirmando las democracias y economías nacionales, poderes ciudadanos dispuestos a derrotar la opresión imperialista y sus lacayos, para conquistar un continente unido y en paz.
Llamo también a respaldar las decisiones y esfuerzos del MNP para su inscripción como partido político ciudadano, debiéndose exigir al JNE que cese las trabas para que el MNP y otros puedan ejercer este derecho que la ley vigente reconoce y otorga, y que el JNE ilegalmente bloquea y no reglamenta.
Respaldo la unidad del pueblo peruano en todas sus manifestaciones: de los pueblos originarios, de las comunidades campesinas, de centrales sindicales, de las asociaciones cívicas, de los pueblos de la ciudad y el campo, de los diversos géneros en igualdad, de la juventud en lucha.
Esta unidad exige y requiere la unidad política y social del conjunto de las fuerzas de izquierda, progresistas, socialistas, ambientalistas y de la igualdad de género, para continuar la lucha política social, recuperando la patria y conquistando la democracia plena, soberana y sin opresión, como nos lo han enseñado nuestros mártires y héroes. Cumplamos el legado que nos dejó el amauta JC Mariátegui, que hoy está más vigente que nunca: forjemos un Perú Nuevo dentro de un Mundo Nuevo.
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