Perú: Esto comienza a descontrolarse

Claudia Cisneros

La cuarentena en Perú ha tenido un éxito moderado para “ganar tiempo, pero no para detener la transmisión”, como ha mostrado el experto epidemiólogo Mateo Prochazka, que sigue con detalle científico la evolución de la pandemia.

Pero a un mes de la cuarentena, comenzamos a ver las primeras señales de un desborde que puede complicarse.

En medio de la incertidumbre económica que golpea peor a los más pobres, el plan de estímulo anunciado por el gobierno para mitigar el impacto económico de la pandemia ha terminado beneficiando a la gran empresa (bancos); igual que la “suspensión perfecta de labores”, mediante la cual ahora las empresas podrán ‘suspender’ a sus empleados sin pagarles un cobre durante 3 meses y sin obligación de recontratarlos. El bono de 1.000 soles no llegó a todos y el de 760 soles no alcanza ni para canasta familiar.

Hemos visto a centenares de peruanos en un éxodo de 200 kilómetros a pie para llegar a su pueblo y no morir, literalmente, de hambre. O gente hambrienta esperando el despojo de alimentos vencidos en la basura en Iquitos.

Ya comenzó a morir gente en plena calle por C, como confirmó el Minsa sobre el hombre hallado en Surco, a la altura del puente Benavides. El protocolo de recojo de cadáveres no está funcionando, como ha confirmado Pilar Mazzetti, jefa del Comando Covid-19. La periodista Mávila Huertas informó de una familia que pasó más de 24 horas con 2 personas fallecidas en casa por Covid sin nadie que recoja sus cadáveres.

Los hospitales, como el de Comas, uno de los 5 asignados a atender pacientes Covid-19 no tienen dónde poner cadáveres, como relata la periodista Maricarmen Chinchay: una UCI con capacidad solo para 5 pacientes, material de seguridad solo hasta este fin de semana y donde solo el 35% del personal está trabajando porque los demás están en grupos de riesgo.

El periodista Enrique Vera informa que en el antiguo hospital de Ate las áreas acondicionadas para pacientes Covid-19 han colapsado, que el mortuorio estuvo desbordado de cadáveres por días, que 50 trabajadores están infectados y que un hombre de 45 años murió en la puerta porque, pese a sus síntomas, el nuevo hospital le negó atención.

Un excongresista, Glider Ushñahua, ha fallecido con síntomas de Covid y tras rogar atención y ser rechazado en 2 hospitales porque su prueba rápida dio falso negativo. ¡Las pruebas que dan falso negativo no deben servir para negar atención, sobre todo si tienen síntomas!

El periodista Ralph Zapata reporta que en Piura, ante el desborde de muertos, se están enterrando sin seguir protocolos. Y RPP reporta que en Pisco gente desesperada se lanza a las calles a robar.

Es momento de que el gobierno deje atrás el marketing político, enfrente las preguntas de la prensa (que hace días empezó a racionar) y proponga soluciones para esta etapa antes que las cosas se descontrolen.

Los datos científicos mandan a que la cuarentena continúe, los sociales también porque no hay infraestructura para atender enfermos durante cuarentena, menos habrá sin ella.

Pero la economía también apremia, los empresarios presionan y ninguno quiere mojarse. El impuesto extraordinario a los ricos podría ser una solución temporal, recordándoles que a quienes llegue su dinero son quienes los ayudaron a forjarlo y quienes los seguirán ayudando si salen de esta vivos y bien

Es inhumano que los trabajadores y los que menos tienen sigan llevando la peor parte mientras los ricos se atrincheran desbordados de víveres, papel higiénico y champagne. Basta de tanta inhumanidad. Basta de cobardía política. Es ahora, frente al poder económico, que Vizcarra debe mostrar sus pantalones y protección de los peruanos.

https://larepublica.pe/opinion/2020/04/19/claudia-cisneros-esto-comienza-a-descontrolarse/

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