¡FELIZ AÑO NUEVO 2021!

Róger Rumrrill

Para todos los cristianos del mundo, la Navidad que hemos celebrado el 24 de este mes de Diciembre, tiene una analogía con la época y los años en que nació Jesús en Belén: las disposiciones del emperador romano César Augusto ordenando un censo poblacional que, de acuerdo a los historiadores, tenía sobre todo como propósito incrementar y cobrar más impuestos a sus colonias,entre ellos al pueblo judío.

A esta disposición draconiana del emperador romano hay que agregar la ordenanza genocida de Herodes, El Grande, procurador de Judea, de matar a todos los niños menores de dos años nacidos en Belén y entre los cuales estaría Jesús, a quién los tres reyes magos le habían anunciado de acuerdo a la interpretación profética como el futuro rey de la nación judía, provocando la ira y los celos monárquicos de Herodes, también considerado rey de Judea.

Tal como ocurre ahora, más restricciones de todo orden y más impuestos para los pobres y más riqueza para ese 1% de ricos que acapara, controla y disfruta de la riqueza mundial y más xenofobia, racismo, odio, persecución y desplazamientos migratorios. José, María y su hijo Jesús fueron también migrantes en Egipto, como millones de personas que huyen ahora de sus países, escapando de la violencia, las invasiones y ocupaciones, la pobreza, las enfermedades y la muerte.

Hoy, 2020 años después, somos testigos, protagonistas y sobrevivientes de una de las tragedias, conmociones y acontecimientos que están cambiando la faz de la tierra, que están transformando y modificando drástica y dolorosamente la vida y la historia humanas y de todos los seres vivos que habitamos el planeta Tierra: la pandemia del coronavirus, el colapso económico y civilizatorio, el cambio climático y sus devastadores impactos y otros extremos climáticos producidos por el Antropoceno y el Necroceno, las dos eras cósmicas originadas por el colonianialismo, el antropocentrismo y el extractivismo voraz del siglo XXI.

En este Nuevo Año 2021 debemos celebrar y aprender las grandes lecciones del presente para edificar el futuro: unidad social y familiar, amor, salud personal y familiar y también de la Madre Naturaleza que agoniza víctima de la privatización y la mercantilización de sus bienes como el agua, los bosques, los suelos y otros bienes.

¡Feliz Año Nuevo 2021 a la altura de nuestros ideales culturales, religiosos y políticos, un Nuevo Año 2021 que sea el fruto de una buena siembra: trabajo eficiente, creativo y honesto, solidaridad, generosidad y fraternidad con los más débiles, los niños y los pobres.

Y un compromiso irreductible e inagotable por la construcción de un Perú, justo, equitativo, con una democracia igualitaria, auténtica y genuina y de profundas raíces identitarias, un Perú sin calco ni copia como soñaba el Amauta José Carlos Mariátegui, una Nación de todas las sangres como aspiraba el Maestro José María Arguedas.

Un gran y afectuoso abrazo amazónico de Róger Rumrrill y familia.

Lawrenceville, Atlanta, Georgia, 28 de Diciembre del 2020

Agradecemos a Róger Rumrrill por permitirnos compartir sus saludos y reflexiones con las lectoras y lectores de Leer y Difundir.

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