Keikadas

Raúl Wiener

La mejor de la noche fue: “Milagros Maraví y Alejandro Aguinaga no tienen condenas o procesos judiciales, son personas intachables como la gran mayoría de las personas que trabajan a mi lado”, que en buena cuenta quiere decir que por lo menos una minoría no lo es. Un reconocimiento trascendental, para alguien que formó parte de un gobierno que tiene más de 200 presos, y mucho más fugados y procesados, que no están por ahora en el lado visible de la candidata. Descontando a todos ellos quedan otros que no son intachables… pero que ella los mantiene allí.

Preguntada por qué promovió el indulto de las hermanas Martínez ante su padre, cuando éstas se encontraban procesadas por narcotráfico, y luego recibió una ayuda de 10 mil dólares de ellas para su campaña del 2006, la chica K contesta: “Me enfrenté a Montesinos, que las extorsionaba y tomé esta decisión por sugerencia de Monseñor Cipriani, Monseñor Bambarén y el abogado de mucho prestigio José Ugaz”.

Pero eran procesadas por narcotráfico, y probablemente Montesinos las extorsionaba porque eran culpables. Y que haya habido las recomendaciones que señala no justifica que saliera, sin ningún conocimiento de los expedientes del caso (si los hubiera conocido sería peor) a defender a las olluquitas y lograra que las indulten.

Yo podría hablar aquí de lo que conozco de las aventuras del abogado de “mucho prestigio”, que utiliza ese prestigio para defender las peores causas con los más repudiables métodos.

En este caso mismo, Ugaz era el abogado de la familia de Hayduk y, en vez de probar la inocencia de sus defendidas, fue a LA PRIMERA dama para que influyera al presidente para sacarles un indulto a las hijas del dueño de la empresa y principal acusado de sacar droga en sus embarcaciones.

Y ahora trata de sacar a un hermano de otra acusación más grave, por el mismo delito, recurriendo a maniobras judiciales. De los monseñores mejor no hablar, pero habría que preguntarles de cuántos prisioneros y acusados injustamente se han preocupado a lo largo de su vida.

El hecho es que la chica K recibió, años después de haber contribuido decididamente al indulto de las hijas de Eudocio Martínez, una donación de campaña de 10 mil dólares, según propia confesión. Lo que en términos prácticos es una retribución al favor judicial recibido.

Eso es corrupción y colaboración con el narcotráfico, que se agrava cuando la señora Fujimori dice que no va a devolver ese dinero. Eso le preguntaron a la candidata y ella contestó lo que está escrito más arriba: que gestionó el indulto porque Montesinos quería sacarles dinero, y ella les sacó dinero años después. ¡Qué bonita familia!

Otra redonda: “a los alumnos les volveremos a dar su calzado escolar, los buzos escolares y el combo escolar, desayuno y almuerzo gratis…” ¿cómo éste no era un nuevo gobierno, y que sobre el anterior hay que ir a preguntar a la Diroes?, ¿cómo es eso que le “volveremos a dar”? O sea que el 28 de julio, equivale al 14 de noviembre del 2000, el día después de la salida del avión con Fujimori huyendo al Asia con las pruebas de sus delitos, en el que la familia imperial regresa a Palacio y vuelve a llenar de regalos a los pobres para avasallarlos. ¿Y cuántas cosas más?

http://www.diariolaprimeraperu.com/online/columnistas/keikadas_87326.html

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